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Los cristianos alertan de una guerra religiosa en Nigeria
ABUJA- La Asociación Cristiana de Nigeria advirtió ayer en un comunicado que las explosiones que mataron el día de Navidad a más de 40 personas podrían desembocar en una guerra religiosa en el país más habitado de África. Sin embargo, un dirigente musulmán, el sultán Sokoto Muhamadu Sa'as Abubakar, dijo ayer tras reunirse con el presidente del país en Abuja que no se trata de un conflicto entre musulmanes y cristianos o entre el islam y el cristianismo. El grupo terrorismo islámico Boko Haram (se puede traducir como «la educación occidental es pecado») se adjudicó la autoría de la ola de explosiones el día 25.
Saidu Dogo, secretario general de la Asociación Cristiana de Nigeria en 19 provincias del norte del país, conminó a los líderes musulmanes a controlar a sus fieles, argumentando que los cristianos se verán forzados a defenderse si se producen más ataques. «Tememos que la situación pueda degenerar en una guerra religiosa y que Nigeria no sea capaz de sobrevivir. Una vez más: ya es suficiente», añadió.
Los ataques amenazan con revivir la violencia sectaria inspirada en el ojo por ojo entre el norte del país, mayoritariamente musulmán, y el sur cristiano, un enfrentamiento que se ha cobrado miles de vidas en la pasada década. Dogo aseguró que la asociación que él preside hizo un llamamiento a los cristianos para que respeten la ley, pero también para que se defiendan cuando sea necesario. «A partir de ahora y tras la destrucción sin sentido de vidas humanas, estamos obligados a hacer los esfuerzos necesarios para proteger la vidas de cristianos inocentes y de los ciudadanos de bien de este país», dijo Dogo.
«Lo que existe es un conflicto entre gente malvada y gente de bien», afirmó el sultán Abubakar tras su entrevista con el presidente nigeriano. «Las buenas personas son más que las malvadas. Por eso, debemos ir juntos para derrotarles. Ese es el mensaje». Las Fuerzas de Seguridad acusaron a Boko Haram de hacer estallar dos bombas en el norte dirigidas contra sus instalaciones. Estas explosiones son más preocupantes porque despiertan el temor a que el grupo terrorista prenda la llama de una guerra civil en una nación de 160 millones de habitantes, dividida entre cristianos y musulmanes, que en su mayoría coexisten pacíficamente. Reuters
Acusaciones de lentitud tras la masacre
El presidente nigeriano, Goodluck Jonathan, ha sido acusado de pasividad ante la violencia contra los cristianos. El principal líder de la oposición, Muhammadu Buhari, acusó al gobierno de «incompetencia» porque actuó con lentitud y mostró indiferencia. Los líderes cristianos creen que los autores y patrocinadores de esta masacre «son bien conocidos por el gobierno, que no ha actuado decididamente».
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