Crisis en el PSOE

Notas de verano

La Razón
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Ahora resulta que esto va de notas. Zapatero debe ser el más listo de la clase porque se permite el lujo de ir poniendo notitas entre sus militantes como si fueran niños pequeños. Le da a Tomás Gómez la nota más baja por ser el niño malo que ahora no quiere dejar el sitio a sus amiguitos. Pero es que durante toda esta legislatura nadie ha querido jugar en el patio madrileño y ahora que llega la hora del recreo –las elecciones– que menos que lo intente el niño que jugaba solo. Gómez es el que más gana con la candidatura porque significará haberle torcido el brazo al jefe.
Le da a Trinidad Jiménez el caramelito de la nota más alta para que se deje engañar otra vez, para que abandone la cartera y desenfunde de nuevo la chupa. A Gallardón no le pudo hacer ni cosquillas y quiere Zapatero que le haga la 13-14 a Aguirre. Jiménez es la que más pierde, porque ya salió escaldada de la Plaza de la Villa. Y Zapatero le da a Jaime Lissavetzky la nota más digna. Una cosa es pasar de cuartos en el Mundial y otra distinta es que el medio Gallardón que queda sea pan comido. Seguramente al que una candidatura le deje más ni fu ni fa. Ser alcalde de Madrid es mejor que salir de fondo en las fotos con Nadal. Pero para serlo hay que ganar, no basta con ser finalista. Algo de lo que entiende un montón Lissavetzky. Dicho esto. Está claro que el PSM tiene una asignatura para recuperar en septiembre. Elegir candidatos sin enterrarlos vivos.