País Vasco

Tres sujetos patéticos

La Razón
La RazónLa Razón

Una imagen vieja. Los tres etarras con el puño en alto, el símbolo del terror a sus espaldas, las tres banderas... todo nos retrotrae a un pasado lejano. Los años de las Brigadas Rojas, la Baden-Meinhof y otros grupos radicales que eran apoyados, directa o indirectamente, por la URSS para desestabilizar a las democracias. Es algo tan rancio que parecen unos sujetos patéticos disfrazados para algún carnaval. Es un grupo que resultaría burlesco sino fuera porque son unos asesinos sanguinarios y no se les puede tomar a chirigota. A pesar de ello, son un anacronismo que refleja fielmente que no tienen ningún futuro o sentido. No lo tienen ni como movimiento terrorista de clase, como los que nacieron en una época similar y han desaparecido, ni reivindicando la independencia del País Vasco, que goza de una autonomía que era inimaginable hace sólo unas décadas. No hay nada que dialogar, sino simplemente acabar con ellos. Es como un tumor que es necesario extirpar para avanzar. No hay otra cura posible.