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Pekín se ensaña con Oslo y acusa al mundo de usar el Nobel como un arma

El Gobierno comunista chino aseguró hoy que sus relaciones con Noruega están seriamente dañadas por la concesión del premio Nobel de la Paz al disidente encarcelado Liu Xiaobo y acusó a "políticos de algunos países"de usar el galardón para atacar su sistema.

"El Comité del Nobel noruego ha demostrado, al otorgarle el premio a un convicto chino, que no respeta el sistema judicial en China", dijo hoy en rueda de prensa el portavoz de la cancillería, Ma Zhaoxu.

"Los políticos de algunos países están usando esta oportunidad para atacar a China, lo que abre un gran interrogante sobre sus verdaderas intenciones", añadió Ma sobre las peticiones efectuadas por la Unión Europea (UE), EEUU, decenas de países e instituciones como Naciones Unidas, para que el Nobel sea liberado.

"Lo que quiero decir, es que si alguien trata de cambiar el sistema político chino de esta manera o intenta frenar el avance del pueblo chino está, obviamente, cometiendo un error", afirmó.

El presidente de EEUU y premio Nobel de la Paz 2009, Barack Obama, pidió la libertad de Liu, a lo que el portavoz chino contestó que Pekín "se opone a cualquier interferencia en sus asuntos internos".

El intelectual y disidente chino Liu Xiaobo, de 54 años, fue galardonado el 8 de octubre con el premio Nobel de la Paz 2010 por su lucha pacífica para apoyar la aplicación de derechos democráticos como la libertad de prensa o el pluripartidismo recogidos en la Constitución de China.

La falta de garantías quedó patente desde la concesión al reaccionar Pekín con la detención de decenas de disidentes e incomunicar a la esposa del Nobel, la poetisa Liu Xia, de 49 años, a quien permitieron reunirse con el recluso el domingo tras un viaje custodiado.

Preguntado por la situación de Liu Xia y si el régimen permitirá a ella o a su marido viajar a Oslo para recoger el premio, el portavoz Ma dijo no conocer "a esa persona"y derivó la cuestión a las autoridades judiciales.

Pero, las palabras más duras del funcionario hoy fueron contra el Gobierno noruego por haber "permitido"que el Comité del Premio Nobel, una institución civil, concediera el premio a Liu.

"Lo que el Gobierno noruego tiene que hacer está muy claro", explicó el portavoz chino.

"Oslo ha apoyado la errónea decisión del Comité, lo que daña las relaciones bilaterales. El pueblo chino tiene todos los motivos para ser infeliz", añadió.

Ma se negó a explicar las medidas punitivas que adoptará Pekín contra Oslo o cómo el país escandinavo puede reparar el "daño", pero de momento ayer, el Ejecutivo canceló una reunión en Shanghái entre los ministros de Pesca de ambos países y cuestiona la firma de un tratado de libre comercio bilateral.

Por su parte, la esposa del Nobel dijo estar "agradecida por todo el apoyo que está recibiendo del exterior", en conversación telefónica con Simon Sharpe, primer secretario de Asuntos Políticos de la delegación de la UE en China.

Sharpe intentó ayer reunirse infructuosamente con ella para trasmitirle la felicitación del presidente de la Comisión de la UE, José Manuel Barroso, cuando iba acompañado de una docena de funcionarios y diplomáticos europeos.

No pudieron acceder al inmueble vigilado que habita la poetisa y en el que decenas de periodistas siguen haciendo guardia para intentar captar alguno de sus movimientos o hablar con ella.

Un familiar de Liu Xiaobo expresó hoy a Efe el "orgullo que toda la familia siente"por la concesión del galardón a un profesor de Literatura que inició su disidencia en las manifestaciones estudiantiles por la democracia de 1989 y en las que muchos estudiantes murieron a manos del Ejército chino.

La esposa de Liu relató que éste rompió a llorar cuando supo que le habían concedido el premio, que dedicó a "los mártires de Tiananmen", en referencia a los fallecidos, y agregó que lo merecían más las Madres de Tiananmen, un centenar de familiares de las víctimas, de edad ya muy avanzada.

El Partido Comunista (PCCh) en el poder desde 1949 todavía no ha publicado el número, ni la lista de los fallecidos ni ha juzgado a responsable político alguno por la matanza, todavía hoy tabú en la censurada prensa china.