Libros

Libros

El tío Vázquez

La Razón
La RazónLa Razón

Recuerdo una vez, de las muchas que le invité a comer (él también, pero en su casa: lo de pagar no le iba) en uno de los grandes restaurantes barceloneses. Al lado, una mesa con todo un bodegón de frutas y hortalizas presidido por un precioso jamón. El maestro me dice que vaya a pagar y que, mientras, saldrá por detrás mío con el jamón. Le pregunto que cómo, y me dice que lo envolverá en el mantel y lo llevará entre brazos diciéndole. «Niño, no llores; niño, no llores…»Sí, estoy hablando de ese rey del tebeo que fue Manuel Vázquez (Madrid, 1930-Barcelona, 1995). Este año, el Salón Internacional del Cómic de Barcelona le rinde homenaje. Murió hace 15 años el autor de personajes tan emblemáticos de la historieta española como las hermanas Gilda (que creó a los 11 años); Anacleto, agente secreto; la familia Cebolleta; la familia Gambérrez; y su álter ego, el tío Vázquez, eterno deudor, que mereció ser inmortalizado por su colega Francisco Ibáñez en el moroso inquilino del ático de aquella «13, Rue del Percebe». También se estrenará pronto la película «El gran Vázquez», protagonizada por Santiago Segura «Torrente» y dirigida por Óscar Aibar.Vázquez es el prototipo del español pícaro de aquella posguerra. Si visitaron la exposición, verían que su obra no es más que el reflejo de su alma, la de un gran personaje, que nos ayudó a sobrevivir moralmente en la España de vergüenza y miseria, que volteó hasta hacerla divertida.