El «ladrillo» saldrá al mercado a mitad de su precio en libros

MADRID- Aunque el Banco de España todavía no ha determinado el descuento con el que se traspasarán los activos inmobiliarios de los bancos a la Sociedad de Gestión de Activos procedentes de la Reestructuración Bancaria (Sareb), lo que es seguro es que este ajuste de valoración será de media, como mínimo, del 45% del valor de estos activos. Ésta es no sólo la provisión media que el Gobierno ha obligado a realizar a las entidades en todos los créditos ligados al sector inmobiliario, sino que también constituye el descuento mínimo que Economía contempla para el traspaso de estos activos al «banco malo». No obstante, no todos tendrán el mismo porcentaje de ajuste, pues los decretos de febrero y mayo establecen un distinto grado de cobertura según el tipo de crédito. Así, los préstamos «dudosos» o «subestándar» –aquellos que el banco considera que entrarán en mora en breve– garantizados con suelo tienen que estar provisionados al 80%, las promociones en curso al 65% y las promociones terminadas al 35%. El nivel medio de provisión de estos activos es del 54%. En mayo, el Ministerio de Economía volvió a endurecer las condiciones para obligar a las entidades a contar con más recursos con los protegerse de las potenciales pérdidas que les pudiera ocasionar el impago de los créditos. Así, se incrementaron las provisiones para los préstamos no problemáticos hasta un nivel medio de un 30%: 52% en el caso del suelo, 29% para las promociones en curso, 14 por ciento para la promoción terminada y 52% para los créditos sin garantía real.

En total, el Banco de España estima que los activos inmobiliarios que las entidades tienen en sus balances asciende a 307.000 millones de euros, de los que 137.000 millones de euros están provisionados. En el caso de los activos problemáticos, el balance de activos es de 184.000 millones de euros, con una cobertura de 100.000 millones de euros.

El descuento que se aplicará será, no obstante, algo superior a la cobertura establecida por ambos decretos y se establecerá sobre la base del test de estrés que realizó Oliver Wyman sobre la banca española.