Borensztein: «El Goya sería un cierre espectacular para Un cuento chino»

Para Borensztein, esta película, su tercer largometraje, le coloca "definitivamente"en el panorama internacional, al tiempo que reconoce como esencial el hecho de que Ricardo Darín se ocupara del papel protagonista. "Darín -señala Borensztein en declaraciones a Efe- fue fundamental para lograr ese personaje que yo buscaba narrar, y por supuesto, le ha dado a la película una enorme posibilidad de llegada".

"Un cuento chino"es una comedia que narra el encuentro fortuito entre Roberto (Ricardo Darín) y Jun (Ignacio Huang), un chino que no habla una palabra de español, al que han robado y golpeado, y que deambula solo y perdido por la ciudad de Buenos Aires en busca de su tío. "También podría decirse -apunta Borensztein- que es la historia de dos hombres cuyas tragedias se cruzan en Buenos Aires, y de ese cruce resulta la clave que resuelve la vida de ambos".

Roberto vive anclado en el pasado y se dedica a coleccionar informaciones curiosas de los periódicos, como la insólita noticia de una vaca que cayó de un avión sobre una pareja de chinos que se declaraba su amor en un lago -Jun y su novia, que fallece en el suceso-, dramatización con la que comienza la cinta.

Para el director, "Un cuento chino"es una historia universal, porque, explica, "habla de las cosas que nos angustian y duelen en el alma, algo que no tiene nacionalidad ni tiempo, y muy argentina a la vez, porque su protagonista es un excombatiente de la guerra de las Malvinas".
"Este encuentro -añade- entre dos seres tan distintos habla de aspectos del alma humana como el abandono, la soledad y la necesidad de supervivencia, por eso el tono de este cuento es básicamente el de una comedia dramática, una mirada sobre ambas tragedias, pero teñida de humor".

Borensztein, autor también del guión, juega con la fábula y la realidad en esta película donde todo está arraigado en la realidad, un "delirio", comenta entre bromas y veras, "que puedes chequear en Google: la vaca cayó del cielo de verdad, y la Guerra de Malvinas fue real, y sus secuelas en los que allí pelearon, también".

"Todo es verdad, la vaca, la guerra, el desamparo del sistema hacia la gente..., aquí y en casi todo el mundo -reflexiona el realizador-, el encuentro entre culturas, todo es real".
Desde su punto de vista, el cine argentino "tiene una tendencia al alza, hay un circuito independiente que gana prestigio, y a la vez se hace más cine de género, el preferido del gran público. Tenemos ayudas oficiales y un circuito de cines propio, aunque seguramente hace falta más", considera el director.

"Pero también hay que seguir enamorando al publico con historias atractivas, ese es el mejor argumento colocarse en un buen lugar a la hora de pedir", puntualiza. Declarado admirador de los argentinos Eduardo Mignona, Fabián Bielinsky y Leonardo Favio, y de los españoles Pedro Almodóvar, Luis García Berlanga, Luis Buñuel y Julio Medem, Borebsztein concluye que "sería un gran reconocimiento ganar el Goya, un cierre de ciclo espectacular para la película"y algo que le gustaría que sucediera.