Los interinos verán rebajado un 15% su salario y jornada a partir de abril

BARCELONA– Desde que Artur Mas anunciara, el pasado 22 de noviembre, que bajaría el sueldo a los funcionarios para ahorrar 625 millones de euros y cumplir con el objetivo de déficit del 1,3 por ciento que exige la Unión Europea, la tensión en los puestos de trabajo públicos ha ido «in crescendo». Sobre todo, porque el plan de empleo público, que ayer aprobó el Govern, ha salido adelante sin el visto bueno sindical.

Lo más destacado es la reducción de jornada y sueldo a los 6.800 interinos de las áreas técnica y de administración, sea cual sea su salario. «Grosso modo», un interino que trabaja en el cuerpo administrativo y cobra 1.400 euros en bruto al mes, pasará a ganar 1.190 euros.

En vigor, el próximo lunes
Tras admitir que «no es una opción simpática», en un intento de no añadir más leña al fuego a dos días de la huelga general, el portavoz del Govern, Francesc Homs, ofreció más detalles del Plan de Ocupación para la Racionalización y Optimización del Personal al Servicio de la Generalitat de Cataluña 2012-2014. Los interinos verán reducido su sueldo y jornada a partir del próximo lunes, 2 de abril. Quedan exentos los bomberos, agentes rurales, auxiliares técnicos de servicios penitenciarios y veterinarios de matadero. Tendrán que trabajar 31 horas y 53 minutos a la semana. Esto quiere decir una hora y casi diez minutos menos al día. El grueso de los afectados tienen lo que queda de esta semana para comunicar a sus superiores qué horas trabajarán entre las 8.00 y las 15.30 horas.

A través de este plan de empleo público, la Generalitat abre la puerta a traslados geográficos y funcionales para un máximo de 45.000 funcionarios. El departamento de Governació analizará las necesidades y disponibilidades de personal. Hasta el 31 de octubre tiene tiempo para elaborar un documento por cada departamento en el que se concreten las necesidades de redistribución de trabajadores.

Governació tendrá en cuenta los criterios de preferencia por afinidad, proximidad geográfica y los principios de igualdad, mérito y capacidad. Homs aseguró que la única alternativa a este plan de trabajo era «despedir a gente». «Procuraremos no engrosar las listas del paro», zanjó.

El plan y las palabras del portavoz del gobierno catalán irritaron a los grupos de la oposición, a excepción del PP, su socio preferente, que aunque admite que le disgustan las medidas es «necesario» para ajustarse al déficit.

La portavoz del grupo socialistas, Laia Bonet, denunció que las medidas carecen de justificación porque «no contiene datos que las avalen y auguró que será «ineficaz».
Desde ICV, Dolors Camats consideró que es «casi una provocación» que dos días antes de la huelga general contra la reforma laboral el Govern imponga un plan no negociado con los sindicatos. Para la portavoz de ERC, Anna Simó, lo que ha hecho el Govern es trasladar la reforma laboral del PP al terreno de la Administración pública catalana. Mientras, Ciutadans pidió que el plan sea «circunstancial».