Cataluña
Gràcia abre sus fiestas «más cívicas»
El pregonero, el cocinero Ismael Prados, invoca a la «placidez familiar» en la Fiesta Mayor del barrio. Los Mossos d'Esquadra y Guardia Urbana refuerzan su dispositivo
barcelona- Con la tradicional lectura del pregón, que este año corrió a cargo del popular cocinero Ismael Prados, se dio ayer por inauguradas las Fiestas de Gràcia. Con un discurso culinario, Prados incidió en el principal objetivo que persiguen los vecinos del barrio en esta edición, una apuesta por el civismo y unas celebraciones de carácter familiar.
En su discurso, Prados reveló la «receta perfecta» para estas fiestas. «Son necesarios ingredientes propios, que integren un pedigrí de generaciones y curiosidad por la multiculturalidad», dijo a modo de presentación.
El cocinero sorprendió con un discurso con toques antiglobalización, y proclamó que «al ritmo inexorable del corporativismo y la globalización podemos llegar a pensar más en un festival que en unas fiestas populares».
«Sabor familiar»
El pregonero también señaló que «para lograr un buen sabor de boca, en el que ningún sabor particular mande es esencial el equilibrio, que se sepa combinar la placidez familiar, a la vez que se aviva el fuego cuando el ‘Correfoc' o los ‘Castellers' lo requieran». Finalmente, Prados elogió «a los habitantes de esta Vila, que son el claro ejemplo de la mejor defensa de la cultura y la identidad».
Tomó la palabra el alcalde, Jordi Hereu, que se limitó a decir que «visca la festa i visca Gràcia!», además de seguir todos los festejos desde el balcón de la sede del distrito.
En el balcón, Hereu estuvo acompañado por el concejal de Gràcia, Ricard Martínez (ERC); la presidenta del PP catalán, Alicia Sánchez–Camacho; el líder municipal del PP, Alberto Fernández; y el presidente del grupo municipal de ERC, Jordi Portabella.
La inauguración de las fiestas transcurrió con normalidad, y con escasa presencia de las denominadas «Fiestas Alternativas», polémicas este año por la organización de un acto de apoyo a una ex colaboradora de ETA, Laura Riera. Un hecho denunciado por el PP y que ayer no tuvo protagonismo en el pregón.
La plaza de la sede del distrito registró una gran asistencia de un público de todas las edades. Tras el pregón, hubo tiempo para asistir a exhibiciones de «Castellers», «Gegants», «Dracs», «Ball de Bastons» e incluso «Trabucaires», que asustaron a los más pequeños con su ruidoso espectáculo.
Como cada año, las fiestas empiezan con cierto recelo vecinal respecto a los horarios nocturnos. La hora oficial de desalojo de las plazas es a las 3.00 horas, pero siempre hay altercados entre jóvenes y Policía. Este año se ha optado por celebrar los conciertos en calles más estrechas, con una capacidad máxima para 200 personas. No obstante, unas 450.000 personas desfilan por estas fiestas los fines de semana. En los últimos días, los vecinos han insistido en su deseo de unas celebraciones «cívicas y familiares».
En el día del pregón, el dispositivo policial fue mayor que nunca, combinando Mossos d'Esquadra y Guardia Urbana. Ambas policías reforzarán su presencia en el barrio, para prevenir y evitar posibles altercados y combatir el incivismo y la venta ambulante de bebidas. Los últimos años han sido bastante tranquilos.
En un comunicado, el Consistorio informó ayer que este dispositivo conjunto de seguridad, habitual durante la celebración de estas fiestas, comportará un refuerzo de la presencia policial en el distrito y en especial en las plazas y puntos donde se organizan actividades.
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