Sevilla

San Isidro: patrimonio artístico por descubrir

En sus doce hectáreas, el cementerio más antiguo de la ciudad esconde la historia de la burguesía del siglo XIX

Las visitas duran entre dos horas y dos horas y media y cuestan 12 euros
Las visitas duran entre dos horas y dos horas y media y cuestan 12 euroslarazon

MADRID- Enclavado en una loma en la margen derecha del río Manzanares, a espaldas de la ermita de San Isidro y con unas excelentes vistas de la ciudad, el camposanto de San Isidro se extiende a lo largo de una superficie de 120.000 metros cuadrados (unos 16 campos de fútbol). Se distribuye en ocho patios –se va inaugurar el noveno en breve– de muy diferentes características históricas, topográficas y constructivas. «Esto no es sólo un cementerio; es un parque. El silencio y la tranquilidad que tenemos aquí, en plena Vía Carpetana, hace del camposanto un sitio diferente, especial», afirma la representante de la sacramental de San Isidro, Almudena Moreno. Con motivo de esta nueva iniciativa (las rutas guiadas comenzaron el pasado 22 de octubre), surgió la web www.pervive.com. Se trata de un observatorio del turismo funerario que apoya esta manera de acercarse a estos lugares «tan cargados de amor y arte».
Porque cualquiera que conozca este cementerio reconocerá que, además de ser un lugar de respeto a los que ya no están, en él hay verdaderas obras de arte a lo largo de su extensión. Esculturas y todo tipo de oficios artísticos de forja, vidrios, porcelanas, esmaltes o piedra se entrelazan en este cementerio catalogado como Bien de Interés Cultural sobre el que puso su ojo Pervive, que ya se encargaba de crear un nexo entre todas aquellas personas amantes de los cementerios. Además, el camposanto de San Isidro tiene la peculiaridad de que, durante el siglo XIX, fue el preferido de la aristocracia, la burguesía, los políticos y los representantes del mundo del arte.
«Trabajamos en sitios de España y nos dimos cuenta de que los cementerios de Madrid estaban un poco abandonados y que los propios madrileños no los conocían», asegura la socia fundadora, Marta Sanmmamed. «Presentamos nuestro proyecto al cementerio de San Isidro y fue acogido de muy buen agrado. Se están volcando en el proyecto».
Los promotores opinan que «los memoriales son espacios privados donde rendir homenaje a las personas fallecidas y contribuyen a mantener la propia red social. "Sólo hay dos antídotos contra la muerte: el amor y el arte", ése es nuestro ideal». El objetivo de la iniciativa es difundir y preservar un patrimonio artístico para muchos desconocido y, así, revitalizar la huella histórica que numerosos personajes ilustres dejaron en el cementerio.


Aumentan las cremaciones
Cada año se detecta un aumento paulatino del número de cremaciones, hasta representar unas 10.000 en el último año en la capital, lo que supone más de un tercio del total de servicios funerarios, según la Empresa Mixta de Servicios Funerarios. Aunque el primer horno crematorio de la Funeraria municipal se inauguró en marzo de 1975, fue a partir de 1985 cuando comenzó el auge de este tipo de servicios fúnebres. A nivel nacional, la cifra de incineraciones se sitúa en el 26 por ciento, un porcentaje que es muy superior en ciudades como Valencia o Sevilla. De las incineraciones de los últimos años, un 52 por ciento de las cenizas de las personas fenecidas pasaron a manos de la familia, un 40 por ciento acabaron en nichos y columbarios de cementerios y el resto fueron custodiados por los camposantos.