Rato asegura a los 347338 accionistas de Bankia que «van a estar satisfechos»

Su primera cotización se fijó en 3,68%, un 1,8% por debajo del precio de colocación. Rodrigo Rato, presidente de la entidad, se mostró muy satisfecho por haber conseguido el objetivo de cotizar «en medio de una auténtica tormenta en los mercados, que han impuesto las condiciones financieras más duras de la última década». A pesar de que la «tormenta perfecta» no ha terminado de pasar, Rato aseguró que los más de 340.000 accionistas con los que cuenta la entidad «van a estar muy satisfechos» de haber depositado su confianza en el valor. «Bankia es una inversión sólida, con recorrido al alza y con un potencial de beneficios muy importante»

Rato es uno de los 347.338 accionistas individuales –hay además 280 inversores institucionales– con los Bankia inicia su andadura en Bolsa. Según desveló en el parqué madrileño, Rato ha invertido 250.000 euros en la compra de títulos de la entidad, por los 70.000 euros del consejero delegado, Francisco Verdú.

Decisión estratégica
La salida de Bankia a Bolsa va más allá de una simple operación financiera. «El paso que damos hoy va más allá de los requerimientos de capital del Banco de España. La salida a Bolsa es una decisión estratégica. Estamos convencidos del enorme potencial del proyecto y su papel dinamizador de la economía española».

El presidente de Bankia reconoció que hay un gran escepticismo en el sector financiero en general y una desconfianza en la capacidad de las autoridades europeas para dar una solución a la crisis de la deuda soberana. «Hay que tomar decisiones creíbles», dijo.

Las dudas sobre el futuro de las cajas de ahorros se vieron plasmadas cuando las acciones llegaron a caer un 6,4% y se cambiaron a su precio mínimo, 3,51 euros. Ni siquiera este cambio hizo que Rato prestara excesiva atención a la cotización en tiempo real que vivían los invitados a la ceremonia, entre ellos los presidentes de Iberia, FCC, OHL, Mapfre Vida, Ferrovial o Mutua Madrileña. «No la estoy siguiendo» respondió a la primera pregunta de los periodistas después del campanazo de honor. Pero por si quedaba alguna duda fue contundente en una aclaración posterior: «No hemos malvendido la caja».

El desembolso medio de los inversores particulares ha sido ligeramente superior a 7.000 euros. En el caso de los institucionales –bancos, aseguradoras y fondos– no ha llegado en ningún caso a superar el 3% del capital, que hubiera exigido una notificación a la CNMV.
Sin fondos soberanos

Lo que parece haber quedado claro es que no hay rastro de que ningún fondo soberano hayan invertido en Bankia. Las promesas que algunos países habían hecho a Zapatero de estar presentes en la reestructuración de las cajas de ahorros –China, Qatar, entre otros– han caído en el olvido.

Los inversores extranjeros han sido especialmente prudentes en este debut de las cajas en los mercados. Apenas medio centenar han dado su confianza y su dinero, aunque de manera casi testimonial, a la espera de conocer el comportamiento de la acción, que ayer quedó en manos de los colocadores.