«Para estar sin trabajo y sin papeles será mejor que me vuelva a mi país»

BARCELONA- «Me siento muy frustrado. Vine a España con unas expectativas y tras no encontrar trabajo me veo obligado a volver a Chile». Con estas palabras llenas de tristeza y desilusión Luís Enrique Antillana, relata como tras 5 años viviendo en España se ha visto obligado a volver a su país. La cifra de inmigrantes retornados va en aumento, y en 2011 un total de 240 extranjeros, 42 por ciento más que en 2010, regresaron a sus países. A pesar de las promesas de Zapatero, no hay ni papeles ni trabajo para todos.
Hace dos meses que Luis Enrique Antillana, de 34 años, presentó su solicitud al Programa de Retorno Voluntario (PRV) que ofrece la Generalitat a través de Cáritas. Durante el 2011, la Generalitat destinó 250.000 euros a este programa para que un total de 240 inmigrantes residentes en Cataluña, la mayoría latinoamericanos, volvieran a sus países de origen. «Vine buscando una vida mejor, ya que muchos amigos trabajaban aquí y me dijeron que había más trabajo y dinero, pero ha sido peor», admite este joven que ha trabajado en el sector de la construcción. «Quizás vine en un mal momento», lamenta tras varios meses ya sin trabajo y dispuestoa volver al sur de Chile junto a sus padres y hermanos.
Siete de cada diez inmigrantes que han solicitado acogerse al programa, lo han logrado y en 2011 se cumplió el récord de extranjeros que volvieron a sus países con el sueño roto de conseguir una vida mejor. A Aida se le ha agotado la paciencia y la esperanza y tras más de ocho años en España, está pensando volver a Bolivia. «No tengo aún los papeles, estoy sin trabajo y allí tengo a mis tres hijos y a mi familia», argumenta esta joven de 38 años que vive en un piso compartido.
«No llego a fin de mes y ya no puedo mandar nada a mis hijos, que viven con mi hermana. Para estar así, mejor irse», lamenta la mujer que ha trabajado realizando tareas del hogar en varias familias catalanas y como cocinera en un bar. «Somos demasiados inmigrantes con el poco empleo que hay ahora con la crisis», considera Aida, que planea acogerse al programa de retorno voluntario ya que no tiene «ni para pagarme el billete de avión». «Es muy triste llegar a mi país con las manos vacías, después de todo por lo que he pasado para venir a España», lamenta.

El programa
La iniciativa, que comenzó en 2006, proporciona ayuda económica a aquellos inmigrantes en situación de vulnerabilidad que desean volver a su país y no disponen de recursos para hacerlo. Principalmente el PRV, el billete de avión para el viaje de vuelta y una prestación económica para la integración en el país de origen, con un importe máximo de 1.000 euros por persona.
 Como Luis Enrique y Aida, los inmigrantes que se acogen al retorno voluntario provienen mayoritariamente de países latinoamericanos, la mayoría de Uruguay, Argentina, Bolivia, Chile, Brasil y Honduras. Suelen tener entre 18 y 64 años y la mayoría,191 de ellos, son residentes en la provincia de Barcelona. Marruecos, Argelia y Túnez están exentos del progra,a debido a la proximidad geográfica con Cataluña.