Castilla-La Mancha
Cospedal recortará el grifo público a partidos sindicatos y empresarios
Más guiños a la austeridad de la presidenta electa de Castilla-La Mancha. Ayer el tijeretazo, sin concretar todavía la cuantía, cayó en la saca de los partidos políticos, de los sindicatos y de los empresarios.
María Dolores de Cospedal anunció en la segunda jornada de su sesión de investidura un «recorte sustancial» de la asignación económica a estos agentes sociales. Esto incluye también otra «reducción sustancial» de las subvenciones que reciben los grupos parlamentarios. «No es una cuestión de dinero, es una cuestión de gastos», precisó, en respuesta a quienes critican que sean recortes de cara a la galería y que en entidad no sirvan para arreglar el problema del déficit.
Castilla-La Mancha cerró el año 2010 con un déficit público del 6,47 por ciento, el mayor de toda España. Y en los cuatro primeros meses de este año el Gobierno saliente ya arrastraba un déficit público del 1,7 por ciento del PIB, superando ampliamente el objetivo de déficit del 1,3 por ciento para todo el año. Ante este dramático escenario, la que hoy será formalmente elegida presidenta de Castilla-La Mancha sentenció que los ciudadanos entienden muy bien que se hagan recortes en todas las partidas, siempre que no afecten al gasto social.
Cospedal también anunció una reforma de la Ley Electoral regional para «que un voto de un ciudadano de una provincia no valga más que 25.000 votos y 25.000 ciudadanos de otra provincia», informa Ep. En las últimas elecciones autonómicas el PP obtuvo 60.000 votos más que el PSOE y, a su juicio, esos 60.000 votos no deberían estar representados por un solo escaño de diferencia entre ambos partidos.
El problema de fondo es la reforma electoral aprobada por las Cortes regionales en la pasada legislatura a propuesta del PSOE y sin apoyo del PP. Los populares la recurrieron ante el Constitucional bajo la denuncia de que había sido redactada «ad hoc» para beneficiar a Barreda y ayudarle a perpetuarse en el poder. El PP pretende promover otro cambio de la ley electoral «por consenso». La modificación socialista parecía que iba a convertir a Ciudad Real en la provincia clave del resultado del 22-M, pero al final acabó siéndolo Guadalajara.
Mariano Rajoy asistirá hoy al acto solemne en el que Cospedal tomará posesión de su cargo, de acuerdo con su decisión estratégica de alimentar la foto de su poder territorial para utilizarla como símbolo del cambio. Ayer, sin embargo, no asistió a la investidura de Francisco Camps como presidente de la Generalitat valenciana por tercer mandato consecutivo. Camps juró su cargo en valenciano, con la mano sobre la Biblia, la Constitución, el Estatuto y Els Furs, y con la presencia en la tribuna de invitados de su familia, del ministro de Trabajo, Valeriano Gómez, y del vicesecretario de Comunicación del PP, Esteban González Pons, entre otros, informa Efe.
En un breve discurso –en el que alternó el valenciano y el castellano–, aseguró que inicia esta nueva presidencia «con humildad, emoción e ilusión renovada» y prometió que el nuevo Gobierno valenciano será «más austero» y «más eficiente». A su juicio, el momento actual exige un cambio de mentalidad, austeridad y eficiencia. Así, el Ejecutivo estará formado por diez consejerías, lo que supone una reducción de tres departamentos, e incorpora siete nuevos consejeros.
Además, se reducen de tres a una las vicepresidencias, con la salida de Vicente Rambla, Gerardo Camps y Juan Cotino –actual presidente de las Corts– y se acomete una «reducción drástica» de altos e intermedios cargos, del 30 por ciento, informa Ep. González Pons dijo ayer que es impensable que Camps no agote la nueva legislatura, con independencia de las decisiones judiciales pendientes.
Barreda duda del tijeretazo
El presidente del Grupo Parlamentario Socialista, José María Barreda, dijo ayer que «preocupa» que la presidenta electa del PP, María Dolores de Cospedal, haya anunciado una reducción de los medios materiales y personales para el PSOE, dentro de la minoración de las asignaciones a los gruposparlamentarios que se ha propuesto llevar a cabo, informa Ep. En su turno de réplica en el debate de investidura, Barreda constató que «en cuanto uno cambia el papel cambian también las perspectivas» y criticó que Cospedal haya «cambiado de filosofía» en lo que afecta a ese tijeretazo para los grupos.
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