Elecciones europeas

Alemania: Merkel se impone al socialismo

Alemania: Merkel se impone al socialismo
Alemania: Merkel se impone al socialismolarazon

Berlín- Tras cuatro años de incómoda coalición gubernamental entre conservadores (CDU) y socialdemócratas (SPD), los comicios comunitarios podían evidenciar cierto desgaste de la canciller, la democristiana Angela Merkel, duramente golpeada por la virulencia de la crisis. Sin embargo, de acuerdo con los resultados de ayer, la líder germana no debería sufrir en septiembre para revalidar su presencia en la jefatura del gobierno. Casi cuatro de cada diez alemanes optaron por la papeleta de la CDU –en Baviera, por la de su versión local, la CSU– lo que convierte al partido de Merkel en el vencedor de esta consulta, de la que depende la nominación de los 99 diputados germanos.
A pesar de sufrir un moderado descenso, la ventaja conservadora sigue siendo insultante frente a un SPD que ayer firmó sus peores resultados en unos comicios a nivel federal. Merkel ya anunció antes de abrir los colegios electorales que era imposible repetir los espectaculares resultados de la CDU en las últimas europeas. «En 2004, Gerhard Schröeder atravesaba un momento delicado, en mitad de críticas generalizadas, lo que provocó un castigo electoral inusualmente fuerte», reconocía la canciller. En aquella ocasión, la Unión (suma de los votos de la CDU y la CSU) mereció la confianza del 44% de los alemanes que acudieron a votar.
Merkel acertó haciendo esa puntualización si lo que buscaba era suavizar el previsible descenso conservador. Después de aquel máximo histórico era imposible que la CDU mejorara sus resultados. Pero si además buscaba rebajar la euforia socialdemócrata ante una hipotética mejoría, la canciller se equivocó: no ha hecho falta, pues el SPD ha caído unas décimas por debajo de su desastrosa cosecha de 2004. «La de hoy está siendo una noche electoral complicada», confesó el presidente de los socialdemócratas, Franz Müntefering, antes de tildar los resultados de «decepcionantes».
Y es que si ya es difícil digerir una derrota propia cuando coincide con un repunte del adversario político, resulta aún más complicado cuando tu principal competidor también pierde apoyos. Es lo que le ha ocurrido al SPD, que no sólo no se ha beneficiado del bajón cristianodemócrata sino que ha aumentado su espiral de mínimos electorales en que lleva inmersa desde el adiós de Schröder. «Es bastante peor de lo que esperábamos», admitía Müntefering a los medios.
Ante el retroceso de la CDU y el estancamiento bajo cero del SPD, los Verdes celebraron mantener sus excelentes resultados de 2004, por encima del 12% de los sufragios. Los post-comunistas de Die Linke brindaron por su leve mejora, debida a su fusión con el partido del ex socialdemócrata Oskar Lafontaine. Pero los más exultantes eran los simpatizantes del liberal FDP, que doblaron su colecta electoral de hace cinco años y se reivindican como futuros compañeros de Merkel en la Cancillería.
Los resultados de ayer no desmintieron las tendencias que la demoscopia apunta desde hace meses: que la CDU, a pesar del desgaste gubernamental, sigue siendo la principal opción de los alemanes. Que, junto al FDP, constituye una mayoría conservadora perfectamente extrapolable en otoño al Bundestag. Que el SPD atraviesa una crisis de identidad desconcertante para su electorado. Y que los comicios europeos interesan cada vez menos: ayer la participación marcó su suelo histórico en Alemania.