Estreno teatral

Almagro halla otra joya oculta de Lope

Un escena de «¿De cuándo acá nos vino?»
Un escena de «¿De cuándo acá nos vino?»larazon

Las jornadas en el pueblo manchego de Almagro tienen algo de tradición, de acto recurrente, pero también casi siempre algo de descubrimiento. No deja de sorprender que el tesoro literario permanece escondido hasta que determinados esfuerzos demuestran que puede ser cercano, divertir y emocionar al público de hoy. Si Lope de Vega necesita pocas presentaciones, no ocurre así con algunas de sus obras más desconocidas, como esta «¿De cuándo acá nos vino?» que la Compañía Nacional de Teatro Clásico ha elegido para cerrar temporada. El pasado viernes, el público que asistió al Hospital de San Juan, en esta 32 edición del Festival de Almagro, disfrutó con una nueva apuesta por el descubrimiento de un repertorio que no debería caer en el olvido.«¿De cuándo acá...?» es una comedia de madurez del Cénix de los Ingenios –la estrenó en 1615 y la publicó en 1633– de verso ágil y hermoso, un divertimento osado en el que Lope propone juegos de amor entre un soldado llegado a Madrid de los tercios de Flandes y un dúo de rivales femeninas formado por madre e hija. Duelo inolvidableSi al final, como era costumbre, se imponía la solución de compromiso, durante buena parte de este delicioso texto –en versión diáfana de Rafael Pérez Sierra–, Lope juega al equívoco y la provocación con un duelo inolvidable entre doña Ángela (la hija) y doña Bárbara (la madre), ambas prendadas de un caradura con encanto, el alférez Leonardo. Hay indianos e indios, capitanes y nobles, criados y esclavillas, en este fresco vivo y de verso juguetón que bien merece más vida en nuestros escenarios. Con esta obra, la CNTC, que dirige Eduardo Vasco, cierra el curso 2008/2009, y es buen momento para hacer balance; este estreno, confiado a un director nuevo en la compañía, el canario Rafael Rodríguez, sirve como reflejo del momento que vive la formación: Rodríguez firma un montaje hermoso y ameno, y demuestra ser un buen director de actores. Parece haber captado la esencia de trabajos como «Las manos blancas no ofenden», «La noche de San Juan» o «La comedia nueva o el café» –otro texto poco habitual–.Contribuyen a ello un vestuario, iluminación, música y escenografía tan funcionales como de discreta elegancia, con la firma, respectivamente, de Pedro Moreno, José Manuel Guerra, Alicia Lázaro y José Manuel Castanheria. La CNTC se nutre, además, por vez primera, de la cantera creada hace dos años, la Joven Compañía, con resultados notables. El más llamativo: el talento de Eva Rufo, una joven actriz en eclosión a la que conviene seguir. Tras «Las bizarrías de Belisa» y «La noche de San Juan», confirma su excepcional momento con su papel de Doña Ángeles. Pero también David Boceta, que da vida al pícaro militar protagonista, o Alejandro Saá, como un divertido criado americano. Junto a ellos, el sólido equipo que ha forjado esta compañía: Pepa Pedroche, Toni Misó ,Miguel Cubero, Joaquín Notario...

Fin de curso para la compañíaQuizá no sea «¿De cuándo acá nos vino?» el gran y definitivo montaje que hace inolvidable una temporada, pero sí se engloba en una línea media de cuidado trabajo con el texto, preparación actoral y entendimiento del material que se maneja. Cualidades que se ven en buena parte de una programación que, con altibajos («La estrella de Sevilla», de extrema frialdad), marca una dirección interesante. Al estreno de la CNTC en Almagro asistió el nuevo director general del INAEM, Félix Palomero, junto a varios cargos de la institución, entre ellos la flamante responsable de Coordinación, Paz Santacecilia. Palomero presentó dos días antes en Madrid la temporada 2009/2010 de la compañía junto con Eduardo Vasco, sobre cuya continuidad no hizo comentarios. Vasco, como otros directores de unidades de producción del INAEM, debería abandonar su cargo en los próximos dos años si sigue adelante lo anunciado por el anterior titular del INAEM, Juan Carlos Marset, en aplicación del Código de Buenas Prácticas. Queda en el aire saber si, como Duato y Gerardo Vera, Palomero dejará abierta a Vasco la posibilidad de una prórroga.