Aznar pide el voto contra una izquierda retrógrada fracasada y negacionista

José María Aznar se llevó ayer de calle a la militancia del PP de Zaragoza. Es la única «plaza» que Génova le ha asignado en esta campaña electoral, y aunque ya no se dedica a ello, el ex presidente confirmó anoche que no ha perdido facultades en la arenga desde la tribuna mitinera. En las paredes de un abarrotado y entregado Auditorio municipal volvieron incluso a resonar los gritos de «presidente, presidente» cuando desarrolló su duro alegato contra la posición del Gobierno en relación al aborto.

En un discurso de principios, combativo en forma y fondo, Aznar presentó las europeas del 7 de junio como una elección entre el centro-reformista y la «izquierda retrógrada, negacionista y fracasada». Ni una concesión a la teoría de que hay que medir las palabras y primar el discurso de lo políticamente correcto para no movilizar al contrario. Él, precisamente, lo que hizo es llamar a los jóvenes a movilizarse contra un Gobierno que no defiende el derecho a la vida y que «acabará pidiendo a las menores que quieren abortar que denuncien a los padres que desean ocuparse de ellas». Ante la declaración del presidente del Gobierno contra las «interferencias» paternas en los abortos a los 16 años, recordó que hay determinadas políticas de intervención por parte del Estado, por ejemplo en el ámbito educativo, que ya están inventadas en los sistemas totalitarios.

Implacable fue también en su análisis de la gestión económica socialista. «¿Qué clase de patriota es quien manda al paro a 5 millones de españoles? ¿Qué clase de política social es ésa?», se preguntó, antes de proclamar que ha llegado la hora del cambio porque España tiene un presidente y unos miembros del Gobierno que no se merece. «Tenemos capacidades para salir de la crisis. Hay que recuperar el camino del fortalecimiento institucional, de la regeneración democrática y de la creación de empleo», defendió. El candidato del PP, Jaime Mayor Oreja, abundó en sus palabras en el cierre del mitin. Denunció la crisis moral que hay en el Gobierno y advirtió de que en estas elecciones está en juego recuperar la política de la verdad frente a la de la mentira.