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Bachir alardea sin vergüenza

Bachir alardea sin vergüenza
Bachir alardea sin vergüenzalarazon

EL CAIRO- El presidente sudanés, Omar Hasan al Bachir, ni tiene ni conoce la vergüenza. En su campaña contra la orden de arresto de la Corte Penal Internacional (CPI) que pesa sobre él, al Bachir llegó ayer hasta Al Fasher, capital de Darfur del Norte, para convencer a la desprotegida población de que la responsabilidad de que se hayan quedado sin ayuda humanitaria es de occidente. «Los países occidentales han regateado con el Gobierno para que permita el regreso de las trece organizaciones que expulsó Jartum, a cambio de la suspensión de la orden de arresto de la CPI», denunció al Bachir ante una multitud de seguidores en su primera visita a Darfur tras la decisión de la Corte. El presidente sudanés reiteró que su país no va a respetar la decisión de la CPI: «Juramos por Alá, el grande, que no vamos a rendirnos». El general golpista, acusado de crímenes de guerra en Darfur por la justicia internacional, advirtió además de que expulsará a diplomáticos, fuerzas de Naciones Unidas y a otras ONG si no respetan las leyes locales. En tan sólo un mes las consecuencias de esta medida serán devastadoras para la empobrecida población de la región de Darfur. Al Bachir justificó la expulsión de las organizaciones extranjeras argumentando que esos grupos han funcionado como «instrumentos de países occidentales» que querían influir en las próximas elecciones presidenciales y parlamentarias, previstas para finales de este año. El dictador, que se cree inmune ante la justicia internacional, pretende seguir gobernando con puño de hierro en Sudán. Promete cubrir el vacío Ante miles de seguidores, el jefe de Estado denunció que las 118 organizaciones extranjeras que trabajan en Darfur reciben 2.000 millones de dólares al año para el desarrollo de la región, de los cuales «sólo gastan cien millones de dólares». «A partir de ahora, no vamos a permitir que eso ocurra y estamos dispuestos a cubrir el vacío (económico), si se retiran todas las organizaciones (extranjeras)», prometió el mandatario a los habitantes de esta región que afronta una gravísima crisis humanitaria, a causa de una interminable guerra civil. Por ese motivo, el presidente sudanés reclamó a las milicias que combaten contra las fuerzas del gobierno local que «depongan las armas y se adhieran al proceso de paz». Al Bachir, que recordó sus esfuerzos para proseguir con el programa de desarrollo de Darfur e impulsar la paz en la zona, anunció la firma de un acuerdo con una compañía china para construir una línea de ferrocarril en el oeste de Sudán.