Brasil

Berlusconi al rescate de Carla Bruni

Berlusconi al rescate de Carla Bruni
Berlusconi al rescate de Carla Brunilarazon

madrid- El periódico «Il Giornale», propiedad de la familia Berlusconi, se ha puesto a la cabeza de las críticas que está recibiendo Carla Bruni, tras su reciente visita a su país de origen. Y no ahorra, precisamente, la artillería gruesa, hasta el punto de que ha tenido que ser el primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, quien pida contención en el trato a la primera dama francesa: «Me siento muy contrariado, desolado, desde que me han informado de los contenidos de algunos artículos, entre ellos de «Il Giornale», con juicios y críticas muy ofensivos hacia la esposa de Nicolas Sarkozy» El origen de los ataques que está recibiendo Carla Bruni por parte de un amplio sector de la opinión pública italiana procede, al parecer, de un malentendido. Se la acusa de haber entorpecido la extradición a Italia de uno de los terroristas más buscados de las Brigadas Rojas, Cesare Battisti, condenado a cadena perpetua en rebeldía y que se halla encarcelado en Brasil pendiente de la última decisión del Tribunal Supremo sobre su condición de refugiado político. Aunque Bruni ha desmentido hasta la saciedad esa acusación, lo cierto es que una de sus hermanas forma parte de la plataforma de apoyo a Battisti, lo que da visos de verosimilitud a la fama «izquierdista» de la primera dama de Francia. En este ambiente, el hecho de que Carla Bruni se negara a participar en los actos del G-8 organizados por el Gobierno italiano para las primeras damas, le ha valido comentarios hirientes del tipo «con su comportamiento, incluso la caridad apesta. No apesta por su izquierdismo; apesta en realidad de simple protagonismo». Bruni, que también ha sido tildada de «snob» y «grosera», no parece preocupada: «Nunca me hieren los comentarios de la Prensa. Si los medios de comunicación no comprenden mi comportamiento, eso es algo recíproco». Desde París, fuentes cercanas al Palacio del Elíseo tratan de quitar hierro al asunto, para no tensar más unas relaciones calificadas de «poco fluidas» con Berlusconi. Se explica que la primera dama de Francia no tiene por costumbre acudir a las reuniones multinacionales y que, si viajó a Italia, fue para mostrar su solidaridad con las víctimas del terremoto y aportar la ayuda prometida. Aunque quien de verdad ha zanjado el asunto ha sido el propio Nicolas Sarkozy. «Mi mujer, explicó el presidente de la república francesa, no ha venido para hacer turismo, sino por razones humanitarias». Una declaración que, sin duda, no gustará al resto de las otras damas, que sí cumplieron el programa.