Bien por el supremo

Lo más importante en la resolución del «caso Gürtel» es que, por lo menos, hay resolución. Es decir, que se agiliza la tramitación sin filtraciones, y no como hasta ahora, cuando todo era vox populi antes incluso de que se redactaran los autos o sentencias. De manera que, en primer lugar, bien por el Tribunal Supremo, pues se trata de un hecho más que positivo que dice mucho en favor de la profesionalidad del TS, y también de la afición mediática de los predecesores, en especial del juez Baltasar Garzón Real. En segundo lugar, parece que el Alto Tribunal decide investigar presuntos delitos fiscales y de cohecho, pero no blanqueo de capitales. También se aprecia que los magistrados descartan, al menos por el momento, la existencia de conexiones entre los aforados, Bárcenas y Merino, y la posible financiación irregular del PP.Por último, y como cuestión fundamental, se pone en evidencia que sería bueno, como he sostenido aquí mismo con anterioridad, que el jefe de las finanzas del PP debería armar su defensa al margen de Génova. Actuaría sin duda con mayor libertad y sin perjudicar o salpicar a su partido. Parece lógico que así sea. Lo que no se entiende es que un alto cargo de la organización, como él, no haya tomado ya una decisión firme en este sentido. Sería buena para sí mismo, para el PP y para Rajoy, que hasta el momento le han apoyado en casi todo. No con fe ciega, sino con la deferencia natural que hay que tener para con quien es alguien relevante que ocupa un cargo de confianza dentro del PP.