Ciencia y Tecnología

Biocontrol

Biocontrol
Biocontrollarazon

El control biológico cabe configurarlo como la reducción de la densidad de un agente patógeno, hasta hacerlo inocuo, en un organismo determinado; merced al ataque de antagonistas introducidos intencionadamente con ese fin. Aunque se conoce desde hace tiempo la posibilidad de aprovechar las interrelaciones de organismos biocontrolados en diferentes huéspedes y con patógenos diversos, su aplicación sistemática es más bien reciente. Sobre todo porque el control de plagas con productos químicos va resultando cada vez más complicado y peligroso. Lo que genera la protesta de grupos ecologistas en la línea que inició Rachel Carson respecto al DDT; en 1966, con su libro «La primavera silenciosa». A lo que hoy se une la particularidad, de que la UE se ha propuesto recortar el uso al mínimo posible por razones de salud humana y del entorno. Los productos químicos contra patógenos han sido bastante efectivos, pero casi siempre con problemas de creciente toxicidad: insecticidas (obviamente, contra insectos), acaricidas (para erradicar ácaros, araña roja, etc), avicidas (repelentes de aves), fungicidas (frente a enfermedades mióticas), y herbicidas eliminadores de las llamadas malas hierbas. Además, tras el uso prolongado de esos productos químicos, acaban generándose resistencias en las cepas de plagas y pestes, que resultan más difíciles de eliminar. La cuestión clave reside en controlar los patógenos a través de sus enemigos naturales, es decir, sus propios depredadores; y de modo que al propio tiempo resulten inofensivos a los especímenes objeto de preservación. En ese sentido, el control biológico puede ser muy eficaz, si bien, siempre han de considerarse determinadas prescripciones: 1. Identificar bien el parásito que afecta al cultivo; 2. Medir la potencialidad del antagonista introducido; 3. Estimar cabalmente la población del parásito a erradicar, y lo mismo para su enemigo a introducir; 4. Supervisar correctamente todo el proceso durante un periodo suficiente. En definitiva, el biocontrol requiere de estudios sociobiológicos a fondo, con entomólogos y otros biólogos de primera, y una potente y novedosa industria ad hoc.