Jerusalén

Bush a Irán: «El diablo existe»

La Razón
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jerusalén- «Este lugar es un recuerdo de que el diablo existe y una llamada a que debemos resistirnos a él», dijo el presidente de EE UU, George W. Bush, en el interior de las sobrecogedoras instalaciones de Yad Vashem, el Museo del Holocausto en Jerusalén. Era la segunda vez que recorría la memoria del horror que impregna cada rincón del lugar, en esta ocasión guiado por el director del museo, Avner Shalev, y acompañado por el presidente de Israel, Simon Peres y el primer ministro, Ehud Olmert.

Con la tradicional kippa en la coronilla, Bush encendió la llama eterna de la Sala del Recuerdo en memoria de las víctimas del exterminio nazi, algunas de cuyas cenizas reposan allí mismo, en el corazón del monte que lleva el mismo nombre. Cantos tradicionales judíos y un regalo para sellar el momento. Las autoridades de Israel le dieron a Bush la primera copia de una serie limitada de 500 de las ilustraciones biblícas, realizadas durante el asedio nazi en Bélgica, por el artista judío Carol Deutsch, fallecido en el campo de concentración de Buchenwald, en 1944. «Dos veces he visto lágrimas en sus ojos», confesó a los medios el director de Yad Vashem que también aseguró que el líder norteamericano, horrorizado ante el sufrimiento judío, le dijo a la secretaria de Estado, Condoleezza Rice, que «EE UU debería haber bombardeado Auschwitz».

De nuevo carreteras cortadas y férreas medidas de seguridad en su camino hacia el Lago Tiberíades donde Bush visitó la Iglesia del Milagro, también conocida como de los Panes y los Peces, la bíblica ciudad de Cafarnaum y el Monte de las Bienaventuranzas, donde según la tradición cristiana Jesucristo pronunció el Sermón de la Montaña. En esta ocasión, fue guiado por dos monjes franciscanos, que también le mostraron las ruinas de una sinagoga del siglo I en la que se cree que predicaba Jesús.

Bush partió rumbo a Kuwait, su próximo destino en la gira de ocho días que le llevará a Barheim, Emiratos Árabes, Arabia Saudí y Egipto, en busca de apoyos para la paz en la región y de respaldo a su política en favor de aplicar sanciones a Irán.