Real Madrid

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Casillas bombardeado desde las gradas

La Razón
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No eran los tiempos de las batallas de los años 80, con imágenes como la de Stielike devolviendo una manzana a la cara de un espectador desde el borde del campo. Pero también llovieron objetos desde las gradas de San Mamés. Y siempre con Casillas como diana. Le cayó un vaso de plástico en la cabeza y le tiraron de todo. Papeles la mayoría, pero también objetos más contundentes, como una navaja que cayó sobre el césped.

Le dificultaban los saques de puerta y en algún momento Casillas se negó a seguir. La colaboración de los jugadores del Athletic fue escasa. Siempre parecían más del lado del lanzador que del portero madridista. Llorente le decía que volviera a la portería. «Ponte tú», le respondía Casillas. Y Aduriz llegó a agarrarle para que sacara de puerta. Volvió el portero madridista cuando la lluvia se detuvo. Mejor que no llueva para jugar al fútbol. Sobre todo si lo que llueve son objetos más o menos contundentes desde los fondos del estadio.

Superado ese incidente, Schuster pudo disfrutar por fin de su primera victoria en San Mamés como entrenador. Aunque tampoco tuvo mucha suerte allí como jugador. En el banquillo del Getafe nunca pudo ganar en «La Catedral». Dos derrotas en dos visitas. Ayer fue su primera alegría como técnico en el campo del Athletic. Y es que no es un estadio que le guste. Cuando era futbolista del Barcelona ya advirtió de que viajar a Bilbao era como ir a la guerra de Corea.