Chávez expropia tierras en su estado natal y amenaza con cerrar otra TV

No contento con el anuncio proclamado ayer de que expropiará 10.000 hectáreas en el estado de Barinas, el cortijo del clan Chávez situado en el noroeste de Venezuela, el caudillo bolivariano amenazó con cerrar la cadena de televisión privada Globovisión por las continuas críticas a su régimen.

Chávez apuntó al director de la cadena opositora, Alberto Federico Ravell, al que calificó como «un loco sin cañón que dispara a todo el mundo». La advertencia llegó dos días después de que la Comisión Interamericana de Derechos Humanos encolerizara al mandatario al constatar en un informe el hostigamiento constante del régimen hacia los medios de comunicación opositores.

La batería de medidas contra la propiedad privada incluye la nacionalización de toda la actividad petrolera. La pasada semana Chávez completó el engranaje y expropió 60 empresas prestadoras de servicios a la industria petrolera. Lo hizo gracias a su herramienta más útil, el Congreso, controlado en su totalidad por el oficialismo.

En la lista de bienes expropiados se cuentan 300 embarcaciones y 39 terminales. Un total de 8.000 trabajadores pasaron a engrosar la nómina gubernamental. Sin embargo, detrás de las expropiaciones se esconden impagos y protestas. Una estrategia para no hacer frente a la deuda con los contratistas petroleros, superior a los 10.000 millones de euros.