Cataluña

De la Vega: «Cinco años no son suficientes pero avanzamos en la dirección correcta»

«Cinco años no son suficientes, pero avanzamos en la dirección correcta»
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El Gobierno se ha quedado sin vacaciones. La mala salud de la economía española y la sangrante cifra de parados han obligado a todos los ministros –veteranos y novatos– a ponerse las pilas para tratar de arreglar una situación que el Ejecutivo negó durante mucho tiempo y que ahora hay que solucionar. «El nuevo equipo ha comenzado a trabajar hoy a pleno rendimiento», dijo la vicepresidenta María Teresa Fernández de la Vega tras el primer Consejo de Ministros del nuevo Gobierno, adelantado por las vacaciones y los últimos nombramientos. «Saben que tienen delante una tarea difícil, de extraordinaria responsabilidad», avisó, aunque quiso dejar claro que se afronta con «renovado vigor». Eso sí, tratando de reducir el peso de la responsabilidad del Ejecutivo, apuntó que «cinco años –los que lleva Zapatero en el poder– no son suficientes, pero avanzamos en la dirección correcta. Tenemos claro el proyecto y el objetivo». Pero aunque el Gobierno asegura que ya conocía ese camino a seguir y los fines que persigue, parece que las prisas han entrado en Moncloa en forma de reformas, búsqueda de eficacia, un año después del inicio de su segunda Legislatura, y cambios. Es lo que se desprendía de la previsión de De la Vega para estos cuatro días de vacaciones que se avecinan y con los que el Gobierno quiere dar una imagen de trabajo sin descanso: «Vamos a aprovechar el tiempo sin la presión del día a día para planificar un poco la nueva etapa que abrimos. Nos hemos comprometido a ser más eficaces».A su vez, descartó que el «cambio de ritmo» del Gobierno que también anunció el día anterior Zapatero –entre otros aspectos por el cambio de Solbes por Salgado en Economía– signifique un «cambio de línea» o de dirección para tratar de poner fin a la crisis, pues, aseguró, «la política económica ya está diseñada». Sin embargo, los resultados no han sido los esperados y el país se acerca cada día más a los cuatro millones de parados. Escasa austeridadEn esa política entraría la austeridad de la que el Ejecutivo de Zapatero ha hecho gala pero que, sobre todo con esta última remodelación, siguen sin ver los ciudadanos, principalmente por el hecho de no suprimir ningún Ministerio o por la creación de una tercera Vicepresidencia. De la Vega no descartó, ante esa contención, más medidas de recorte fiscal, al igual que el presidente hizo el martes, aunque no quiso concretar cómo piensa ahorrar un Gobierno que, sin embargo, pide paciencia y «ajustar el cinturón» a los ciudadanos.Y aquí es donde atacó el PP, que, a través de la portavoz en el Congreso, Soraya Sáenz de Santamaría, criticó lo «vergonzoso» de que, en época de crisis, Zapatero haya mantenido un Ejecutivo «caro». Como ejemplo, citó la Vicepresidencia de Chaves, cuyas competencias ve propias de un secretario de Estado y, sin embargo, «va a cobrar como un vicepresidente», informa Ep. Desde su punto de vista, la portavoz popular consideró que lo que necesita España «no es un cambio de actores», sino un nuevo «guión», aunque se escriba «con un año de retraso» en el que un millón de ciudadanos han perdido sus puestos de trabajo.Y es que, para tratar de mejorar la situación de los ciudadanos, De la Vega apeló al «diálogo», al «consenso» y a la «coordinación» para buscar soluciones y, así, evitar confrontaciones entre los miembros del Gobierno, o entre el propio Ejecutivo y las comunidades , pues aún está pendiente el acuerdo sobre financiación autonómica. Ante esto, la vicepresidenta aseguró que el pacto está «más cerca», pero la llegada de Chaves a la cúpula de Moncloa podría complicar un poco más las cosas. El ya ex presidente andaluz nunca vio con buenos ojos el modelo que se planteaba. Ahora, quiere cerrar un pacto «que satisfaga a todos», algo que al tripartito catalán no le suena bien y, por ello, se apresuró a exigir al nuevo vicepresidente que «o todo o nada», porque «hay que cumplir el Estatut». Quizás por esto De la Vega volvió a tender la mano a todas las fuerzas y recalcó en numerosas ocasiones la necesidad de colaboración entre regiones. Y pidió ese diálogo al PP con un mensaje adjunto: «A ver si de una vez somos responsables».Pero, de momento, los únicos castigados por las prisas son los propios miembros del Gobierno.