Elecciones autonómicas

Coartada electoral

La Razón
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El lendakari está encantado de ser el protagonista principal de este juicio que comenzó ayer, y espera prolongarlo sine die hasta fecha cercana a las elecciones vascas. Se ha dado cuenta el hombre de la utilidad propagandística del proceso, y sus abogados ya no piden la suspensión del mismo, sino más bien que dure cuanto más mejor, pues no encuentran ahora otra baza electoral. Algo que también es propiciado por el hecho de haber conseguido que los jueces que tienen que resolver su caso sean mayormente afines: uno por proximidad al PNV, y otro porque ha sido siempre favorable a la mesa de partidos y al diálogo con Batasuna. Así que como el veredicto está ya escrito, lo que hoy interesa al presidente vascongado es disfrutar sin descanso del eco mediático de su martirio, para aparecer otra vez ante los votantes como un santo abertzale torturado por el centralismo español. Y en esas estamos. Con un Ibarreche de víctima tratando de explotar ante el mundo el mal que le persigue, y un Otegi encantado de volver a ser carne de periódicos. De lo que se ha debido dar cuenta la Fiscalía, que no aporta prueba de cargo alguna. O sea, que sigue siendo verdad eso de que la ley no es igual para todos. Usted y yo debemos respetarla, pero el lendakari puede hacer de ella lo que le venga en gana.