Demasiado pronto

El debate acerca del aborto -las semanas de gestación que permiten al cigoto ser considerado feto y humano- me ha llevado a reflexionar sobre otro problema previo y a su vez generador de todos estos desórdenes: el irresponsable sexo adolescente. Hace 15 años la mayoría de las adolescentes españolas perdía la virginidad en torno a los 18-19; actualmente, las adolescentes declaran que 16 años es la fecha límite para perder la virginidad y que antes «hay que haber hecho otras muchas cosas desde los 13» (?). En fin, un cuerpo femenino está preparado para el sexo desde muy pronto, pero lo que estas ingenuas no imaginan es que será muchos años después cuando adquieran la madurez mental para tener una relación saludable emocional y mentalmente. Vayamos al origen, no es sólo que no deban abortar sin el consentimiento de sus padres a los 16, es que ni siquiera la mayoría debería tener estas plenas relaciones sexuales. Escuchar el Taller Afectivo-Sexual al que asistieron mis alumnos me permitió escucharlos a ellos igualmente. La obsesión sexual es alarmante, la absoluta ingenuidad e ignorancia atroces, que además se crean preparadísimos y listísimos es patético, pero toda esa precocidad sexual desordenada es muy preocupante, catastrófica, según se ha podido ver. Cada vez más embarazos en edades aberrantemente tempranas. Debatamos acerca del aborto, sí, pero eduquemos sexualmente a nuestros hijos antes. Es una consideración previa que ahorraría muchos desastres.