Barcelona
Descontrol en la gestión de la cooperación de la Generalitat
Pagos de 51.186 euros a la Seguridad Social duplicados, tarjetas de crédito en cajones, trabajadores sin cobrar...
Dirigir la acción exterior del Govern le ha servido al vicepresident, Josep Lluís Carod Rovira, para surcar los mares como pocos políticos lo han hecho antes. De todas formas, Carod no acostumbra a viajar solo, sino del brazo del director general de Cooperación, David Minoves y del director de la Agencia la Agencia Catalana de Cooperación al Desarrollo (ACCD), Andreu Felip, ambos republicanos y licenciados en Bellas Artes. La eficiencia de su gestión quedó ayer en entredicho después de que la Sindicatura de Comptes presentara su informe de fiscalización de las cuentas de la ACCD en 2007.
Este organismo contrató en 2007 servicios de asesoría contable por valor de 20.358 euros, un importe que parece que de poco le ha servido. A pesar de que la Sindicatura constata que los números de la ACCD reflejan «razonablemente» el estado de su economía, detecta también un gran descontrol en su gestión. Becarios que jamás percibieron sus nóminas, cámaras digitales perdidas que aún aparecen en el inmovilizado, pagos duplicados a la Seguridad Social por valor de 51.185,82 euros,... Son algunos ejemplos del desorden contable de este organismo dependiente de Vicepresidencia.
Un apartado especial dedica la Sindicatura a la tendencia de Felip y su equipo a realizar sus reuniones en restaurantes, porque la mayoría de trabajadores presentes en estos ágapes recibieron igualmente sus respectivos «tiquet restaurant». De los 12.000 euros destinados en 2007 a comidas, más de 2.300 sirvieron para los encuentros de la dirección. Pero el descontrol no se limita a las dietas. La Agencia de Cooperación dispone de un total de 29 tarjetas de crédito (para 53 empleados), dos de las cuales pertenecen a trabajadoras en excedencia. A pesar de esto, la Sindicatura precisó que estas tarjetas no estaban a manos de sus titulares sino dejadas en un cajón.
Capítulo aparte merecen las subvenciones de esta entidad. Según la Sindicatura, el concurso ha brillado por su ausencia en la concesión de algunas subvenciones y se han detectado retrasos en los pagos de estas partidas. La gestión del personal tampoco corre mejor suerte. La Sindicatura afirma en su informe que la Agencia no cuenta con los títulos universitarios de sus empleados, que tampoco pueden demostrar su jornada laboral al no fichar, como el resto de trabajadores de la Generalitat. Todo esto, sin olvidar que en 2007 se le adelantaron 1.500 euros sin justificar al director general de Cooperación que jamás han sido devueltos. Ante este panorama, CiU exigió ayer la comparecencia de Carod y criticó que algunos departamentos del Govern «vivan instalados en la opulencia».
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