Desmotivados con Europa

España muy bien puede ser tomada como referente en estas pasadas elecciones europeas, ya que nuestro porcentaje de participación (43,4) prácticamente fue el mismo que la media de la UE (43.6). Y en las respuestas a la encuesta de NC Report podemos encontrar pistas que nos lleven a idear un nuevo modelo participativo que implique más a la ciudadanía, como que el 52,7 por ciento de los ciudadanos apoyaría la figura de un presidente europeo con mayor autoridad que la atribuida actualmente al presidente de la Comisión Europea. Además, el 58,1 por ciento secunda su elección mediante el sufragio universal directo de los ciudadanos de la UE, medida que para el 64,7 por ciento haría crecer la participación.
De este modo, las elecciones europeas sí tendrían su personalidad propia y se motivaría a ejercer el voto de forma distinta a como se hace hoy en día, ya que el 59,9 por ciento de los españoles afirma que ante el 7-J se posicionó atendiendo a factores políticos nacionales y unicamente el 22,3 lo hizo pensando en el Parlamento Europeo. Hacer coincidir la elección del super presidente europeo con la de los europarlamentarios haría crecer el índice de participación.
La próxima entrada en vigor del Tratado de Lisboa incrementará el poder del Parlamento Europeo, lo que dará la oportunidad de demostrar a los ciudadanos su utilidad y animará sin duda a una mayor participación en las elecciones europeas de 2014. No obstante, habría que remover de las legislaciones nacionales instrumentos como el referéndum nacional para ratificar acuerdos internacionales, y que éstas iniciativas regresen a los ejecutivos nacionales con el fin de acelerar la construcción política europea. Las consultas en Holanda, Francia e Irlanda contaron con baja participación, cosa que fue aprovechada por los activos enemigos de la Unión para sabotear la unificación europea.