Música

Música

Doherty sospechoso habitual

Aunque el caso parecía sobreseído, Scotland Yard lo ha reabierto. En el sumario pesa el nombre del ex vocalista de los Babyshambles.

La Razón
La RazónLa Razón

Peter Doherty, aparte de las drogas, de una vestimenta «cool» y de un grupo de «fans» que haga lo que haga siguen amando su música por encima de todo, siempre le acompaña la polémica. Sus continuos devaneos ya no llaman la atención de la prensa, por lo que sólo una noticia podía conseguir volver a hablar del artista hasta en dos páginas: asesinato. Hace un año, un día como hoy, un joven aspirante a actor llamado Mark Blanco fue hallado muerto en la calle. En su momento, la investigación cerró el caso y dijo que las heridas encontradas en el cuerpo sugerían que se había caído desde una ventana por un accidente o un suicidio. Pero, ahora, Scotland Yard ha vuelto a reanudar la investigación y el nombre de Peter Doherty se encuentra en el centro de todo el meollo.

Según publicó ayer el vespertino londinense «Evening Standar», la madre del fallecido ha reunido durante todo este tiempo pruebas entre las que se encuentran imágenes de la cámara de seguridad del edificio donde ocurrió lo que hasta ahora es considerado un accidente, y ha puesto de su bolsillo hasta 30.000 euros para financiar una investigación que implica directamente al músico con la muerte de su hijo. «No tengo nada contra Peter Doherty –declaró ayer–, lo único que quiero es que cuente todo lo que pasó aquella noche porque creo que su información es clave».

La historia, desde luego, no tiene desperdicio. Mark Blanco siempre había trabajado como anticuario hasta que un día cambió de rumbo y dirigió su vida hacia el mundo de la interpretación. Semanas antes de morir tenía su estreno en el George Tavern, un conocido teatro del «East End» londinense. Una noche se enteró de que Doherty –al que ya conocía– se encontraba en casa de Paul Roundhill, un joven considerado en los bares de moda como «el agente literario» del músico.

¿Muerte accidental?

Blanco, en su afán de que su estreno teatral saliera perfecto se dirigió al apartamento con la intención de convencer al ex novio de Kate Moss para que acudiera a la primera función. Pero, cuando Roundhill le abrió la puerta, al músico no le debió agradar la presencia del actor y, en un ambiente en el que no sólo se habían fumado cigarros, comenzó una pelea. Minutos más tarde, Blanco estaba muerto en la calle. A pesar de que la madre considera que a su hijo lo tiraron por la ventana –no especifica si de manera accidental o no–, las féminas que acompañaban aquella noche al polémico artista (ninguna de ellas Kate Moss) aseguran que los chicos se fueron de la fiesta y luego aparecieron todos menos Blanco. Sin duda, gran argumento para una canción.