Flamenco

Dónde vas cansado de ti

La Razón
La RazónLa Razón

Voy en busca de la Feria que desde ayer noche no la vi. La Feria sigue donde siempre, claro, después de esta cursilada uno reacciona, se pone como un clavel reventón y de nuevo al Real. Tomo el aperitivo en el hotel Alfonso XIII con José Luis García Palacios, presidente de Caja Rural del Sur; y su encantadora esposa Pilar. Estaban con unos grandes amigos mexicanos: los Cossío, a los que también conozco desde hace mucho tiempo. Entre otras bagatelas esta familia es propietaria del fabuloso hotel Las Brisas de Acapulco y de la plaza de toros más grande del mundo, La Monumental de México D.C. Fíjense que he dicho mexicanos y no pasa nada; hay que prevenir pero no alarmar ni discriminar. Me recoge José María Gil con una de sus carretelas tirada por cinco hermosos caballos a la media potencia. Llegamos a su caseta, donde esperaban Carolina Herrera y Paloma Cuevas, que son las mujeres más elegantes de la alta sociedad; las acompañaban sus maridos: Miguel Báez Spínola y Enrique Ponce, personajes importantes de siempre en el mundo de la torería, con mucha clase y encantadores. Llegó Ramón Calderón y su mujer; ella, estupenda; él, resfriado y desganado. En el paseo de coches me encuentro a Joanna Jiménez, la nueva estrella de la copla y con la modelo Lola Alcocer a su lado, bellísima. Con Pilar de la Rosa y su hija Anabel doy otro paseo espléndido por el Real; por cierto, llevaban unos trajes de gitana hechos por Lina que, como siempre, son un monumento a la mejor costura. Parada en la caseta de Carlos Herrera. Fuimos a ver si, por fin, se había decidido a venir un día a la Feria pero, claro, no estaba. Sí estaban Mariló Montero, Marisa Joly y Ana Rosa Quintana, recién llegada de Madrid. Por la noche el flamenco en la caseta de los Gil Silgado fue la que concentró a todo el mundo conocido. Los calentitos con el chocolate tomados al amanecer sirvieron para reponer fuerza. Mañana más.