Ciencia y Tecnología
Dos empresas implantan un sistema para la producción del tomate
Murcia- Las empresas de Murcia Viveros La Sala y Hortofrutícola Méndez han implantado un sistema piloto en técnicas de inteligencia artificial e interoperatividad «software» que permitirá controlar de forma automática toda la cadena alimentaria del tomate. Dicho proceso incluye el cultivo de las semillas, el conocimiento del estado del producto en cada fase y su distribución. El sistema está basado en la trazabilidad y busca lograr un mayor control de toda la cadena alimentaria del tomate, así como obtener la mayor información posible de su calidad desde la materia prima hasta el producto final, según se informó desde Ainia Centro Tecnológico. Las dos empresas han instalado una infraestructura de «software» inteligente que va a permitir la recogida y el intercambio electrónico tanto de datos como de información del producto y del proceso, todo ello en tiempo real. Además, hay un conjunto de microdispositivos electrónicos. Entre ellos, cabe destacar los nanosensores y los minilaboratorios en un chip de medida que recogerán parámetros como el calibre, la dureza, el color, la madurez y los posibles defectos del producto. Utilidad de la implantación Los primeros resultados de la implantación de estos sistemas servirán para demostrar la viabilidad de estas novedosas tecnologías y evaluar su operatividad frente a criterios como la facilidad de implantación, la objetividad, la fiabilidad y el bajo coste, así como para mejorar la operatividad del sistema implantado, según explicaron fuentes de Ainia. Los dispositivos piloto ya se han implantado también en la empresa valenciana Consum con el objetivo de controlar, de una manera automática, toda la cadena alimentaria del tomate empezando por las semillas y terminando por su distribución final. De esta manera, estas tres empresas podrán rastrear electrónicamente y de forma instantánea tanto hacia delante como atrás de la cadena alimentaria del tomate. También podrán disponer, en todo momento, de información sensible de seguridad alimentaria, lo cual proporcionará una mayor integración con todos los agentes que intervienen en el proceso de elaboración, comercialización, distribución y uso final del producto. Ello mejorará su cooperación ante posibles incidencias alimentarias. Fuentes de Ainia Centro Tecnológico, coordinador en España del macroproyecto Traceback, apuntaron que, en un futuro, «el consumidor podrá disponer, a través de un código y con el mínimo coste adicional, de información de todos los pasos que han seguido los alimentos en la cadena alimentaria».
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