París
Brasil descarta que el avión de Air France explotara en pleno vuelo: el último mensaje avisaba de una «peligrosa velocidad vertical»
Ayer los aviones de búsqueda localizaron una pieza metálica de siete metros que podría ser del fuselaje y una mancha de fuel de 20 kilómetros.
El ministro de Defensa brasileño, Nelson Jobim, ha asegurado que, por el momento, no había posibilidades de conocer las causas del siniestro del Airbus que cayó al océano Atlántico con 228 personas a bordo la madrugada del pasada lunes.
"No hay hipótesis claras sobre lo que pudo provocar el derrumbe de la aeronave, pero lo que sí está claro es que perdió presión como consecuencia de una avería eléctrica, porque el aparato envió al menos seis mensajes automáticos a la compañía poco después de informar sobre fuertes turbulencias", precisó el ministro brasileño.
Respecto a las manchas de combustible localizadas en el océano frente a las costas brasileñas, Jobim dijo que su presencia demuestra que la aeronave que cubría el trayecto Río de Janeiro-París no explotó.
Por tercera noche consecutiva, los equipos de rescate continuaban la búsqueda en un radio de 200 kilómetros de la zona donde se cree que se estrelló el avión de la compañía Air France. En las labores participan además de barcos de la Marina brasileña, tres buques mercantes, dos de bandera holandesa y otro de bandera francesa.
Asimismo, la Marina portuguesa informó de que otras dos embarcaciones llegarían hoy a la zona, que se encuentra a unos 700 kilómetros del archipiélago Fernando de Noronha.
El ministro brasileño dijo que hasta el momento se habían encontrado además de los restos de combustible, piezas metálicas y objetos triangulares azules y blancos, de la parte interna de la nave.
SIN ESPERANZAS DE ENCONTRAR SUPERVIVIENTES
Jobim prácticamente descartó la posibilidad de encontrar supervivientes de la tragedia, la mayor en todos los años de historia de la compañía gala. Así las cosas, recordó que el Gobierno brasileño respaldaba la investigación que pondrá en marcha el Ejecutivo francés, según los puntos establecidos.
"Lo que estamos intentando es encontrar a los supervivientes, o mejor, los restos de los pasajeros que viajaban en el AF 447", dijo el ministro en declaraciones recogidas por los medios brasileños.
Asimismo, explicó que el reconocimiento de los cuerpos dependerá en mayor medida de la integridad del abdomen. Según dijo, "si el abdomen de los cuerpos está abierto, sería muy difícil que los restos subiesen a la superficie del agua, por contra, si el abdomen está íntegro, hay posibilidades de analizarlo hasta un plazo de 48 horas,que es lo que tarda en abandonar las profundidades", detalló.
CAJAS NEGRAS
Al igual que han lamentado las autoridades francesas y los investigadores franceses, el ministro brasileño teme que no se encuentren las cajas negras del aparato, "que podían estar ubicadas a unos 2.000 o 3.000 metros bajo tierra"en el Atlántico. "Tenemos que iniciar una búsqueda, aunque a más profundidad, más dificultad para encontrarlas", agregó.
El director de la Oficina de Investigación y Análisis (BEA, según sus siglas en francés), Paul-Louis Arslanian, dijo por su parte que harán todo lo necesario para esclarecer las causas del siniestro, aunque no se puede excluir que se encuentren las grabadoras.
Seis mensajes de avería en cuatro minutos
El avión de Air France, con 228 pasajeros a bordo, se estrelló el pasado lunes en el Atlántico tras una concatenación de fallos eléctricos y del sistema básico del vuelo AF 447.
Según publicaba ayer el diario brasileño «Jornal da tarde» citando fuentes de la compañía, el avión envió seis mensajes de avería entre las 04:10 y las 04:14 horas del pasado lunes. Según estas notificaciones, interpretadas por un técnico de Airbus, fallaron los sistemas de referencia como el ADIRU (que informa de la velocidad vertical y la altitud) y hubo un fallo eléctrico en el ordenador principal de vuelo, entre otros sistemas. Además, esta concatenación de fallos hizo que entrara en funcionamiento una línea eléctrica secundaria, que asumió las funciones del sistema de navegación aérea.
El primero de los seis mensajes lo mandó el comandante para informar de que entraban en un área de fuertes turbulencias, con nubes negras cargadas de electricidad y con fuertes rachas de viento. En ese momento comenzó a fraguarse la tragedia. Mientras el comandante comunicaba la situación meteorológica, la aeronave detectó un fallo del sistema principal de energía y desvío de potencia para poder mantener la navegabilidad del avión.
De las 04:10 a las 04:12 horas, dos mensajes más llegaron a la compañía gala para informar de fallos en los sistemas de cola. Un minuto después, falló el ordenador primario y el sistema auxiliar encargado de dirigir los espoilers, partes móviles utilizadas en los aterrizajes.
En el último mensaje, emitido a las 04:14 horas, ya se vislumbraba la fatalidad: la velocidad vertical de la cabina estaba aumentando peligrosamente. Esta situación es consecuencia de la pérdida de presurización del avión, que obliga a los pilotos a bajar rápidamente a una altura aproximada de 3.000 metros (el avión circulaba a una altitud de 10.700 metros) para evitar una catástrofe. La despresurización del avión se puede producir por una rotura de la aeronave o por la parada de los dos motores. Esta última opción es muy complicada pero posible.
Por otra parte, la prensa brasileña destacó que la altura pudo influir en el desastre del vuelo 447 de Air France. En su edición de ayer, «Folha» aseguraba que el Airbus 330-200 siniestrado volaba más bajo de lo que hubiera debido, ya que en lugar de subir de 10.700 metros a 11.300 en un punto determinado, se mantuvo a su altura inicial. Sin embargo, que un piloto altere su ruta por el mal tiempo o por turbulencias no es una excepción.
Primeros restos
Las autoridades de Brasil avistaron ayer a 90 kilómetros del primer hallazgo una decena de piezas, entre ellas, una de siete metros que podría ser de parte fuselaje y un rastro de queroseno de más de 20 kilómetros.
Pese a la ausencia de confirmación material, ni las autoridades galas ni las brasileñas albergan ningún género de dudas respecto al origen de lo descubierto.
La Fiscalía de París asume la investigación
La Fiscalía de París se ha hecho cargo de la investigación judicial. Ahora arranca un periodo difícil y «muy, muy largo», según Paul-Louis Arslanian, presidente del BEA, el organismo francés encargado de las pesquisas. La reconstrucción podría eternizarse, pese a que se comprometió a emitir un informe preliminar antes de final de este mes. Aunque sí les consta que no presentaba ningún problema al despegar de Río. Sobre las cajas negras no fue nada optimista. «No hay que excluir que no las encontremos», dijo Arslanian aludiendo a la accidentada orografía marina y la profundidad. Asimismo, relativizó la importancia de su contenido ya que no se tiene «ninguna garantía» de que resulten útiles».
ANÁLISIS: El piloto pudo desviarse para evitar la tormenta
- ¿Por qué los restos han sido localizados fuera de la ruta?
–Existen dos posibilidades. La primera, apuntada el pasado martes, es la de que el piloto intentara dar la vuelta tras sufrir un fallo mecánico. La segunda, y más probable, es que intentara superar el frente de convergencia intertropical por una zona menos poblada de nubes situada a la derecha de la ruta habitual. Además, hay que contar con la influencia de las mareas que, en estos dos días, ha podido desplazar los restos.
- Si la mayoría de los expertos destacan que es prácticamente imposible que un rayo provocara el accidente, ¿por qué las autoridades francesas insisten en esta posibilidad?
–No hay que descartar ninguna hipótesis, pero la del rayo parece la más complicada. En la base de datos de la Red de Seguridad de la Aviación sólo se han registrado 15 incidentes de ese tipo en más de 50 años.
- ¿Cuáles son las claves más importantes para concluir esta investigación?
–Como siempre ocurre con las investigaciones sobre accidentes aéreos, las claves están en la grabadora de voz y en el dispositivo que registra los datos. Esos instrumentos deben de estar a 5.000 metros de profundidad. EE UU sostiene que las balizas pueden ser detectables hasta 4.300 metros. Su recuperación es complicada, pero los vehículos teledirigidos pueden llegar a cualquier parte.
✕
Accede a tu cuenta para comentar