Barcelona
El casillero sigue a cero
El Villarreal frustró la fiesta del Camp Nou y vació Canaletas, que ya estaba abarrotada / La afición pudo aclamar a Iniesta
La afición del Barcelona vivió ayer en sus carnes una decepción parecida a la que sintieron los seguidores del Chelsea con el gol de Iniesta. El tanto en el último suspiro del Villarreal frustró la fiesta en el Camp Nou y aplazó el alirón de los azulgrana. Guardiola, que había avisado en la víspera de que el casillero de títulos seguía a cero a pesar de la euforia que se había desatado, tiene desde ayer más razones para seguir con su discurso de prudencia y contención para con el entorno.
En el Camp Nou estaba todo preparado para vivir un día histórico. De las 18 Ligas que tiene por el momento el Barcelona en su palmarés, tan sólo seis se han podido celebrar en el estadio. La última, hace más de diez años. Ayer, en el 20 aniversario de la Recopa ganada a la Sampdoria en Berna, la afición azulgrana estaba preparada para otra larga noche de celebraciones. Los «culés» respondieron al llamamiento de Guardiola y la gran mayoría de la gente se vistió de azulgrana para homenajear al supuesto campeón.
Con el 3-1 en el marcador, todo parecía indicar que el Barça sumaría el primer título de la temporada y la rambla de Canaletas comenzó a llenarse. Cuando Llorente, en el descuento, aplazó la fiesta, más de cinco mil personas esperaban en el centro de la ciudad para celebrarlo.
Ahora, el título podría caer la semana que viene si el sábado el Madrid no gana en Villarreal. Si los blancos se llevan los tres puntos del Madrigal, los azulgrana estarán obligados entonces a puntuar en el Ono Estadi el próximo domingo.
A pesar de ver cómo Llorente frustraba su fiesta, la afición «culé» recibió a su equipo por todo lo alto. Era la primera vez que el Barça jugaba en el Camp Nou desde el 2-6 del Bernabéu y el «Iniestazo» de Stamford Bridge. Antes de empezar el encuentro, con el balón en el centro del campo y Messi e Iniesta esperando a hacer el saque inicial, las gradas estallaron con cánticos hacia su nuevo ídolo. «Iniesta, Iniesta», clamaba la gente. El de Fuentealbilla, antes de sacar, no pudo evitar lanzar un tímido saludo que fue recibido con otra gran ovación.
El varapalo de ayer puede hacer que la Liga no sea el primer título que se celebre este año en can Barça. El miércoles, ante el Athletic, la Copa del Rey espera dueño. Pero, de momento, el casillero sigue a cero.
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