Congreso de los Diputados

El Congreso veta regular la eutanasia aunque el PSOE no cierra la puerta

El Congreso ha rechazado hoy despenalizar la eutanasia y garantizar el derecho a una "muerte digna", aunque el PSOE no ha descartado hacerlo cuando la sociedad pida "subir otro peldaño"y haya habido un debate "tranquilo". El Pleno del Congreso ha rechazado la proposición de ley sobre disponibilidad de la propia vida, presentada por el grupo de Esquerra Republicana, Izquierda Unida e Iniciativa per Catalunya Verds. Durante la defensa de la propuesta, el diputado Gaspar Llamazares ha defendido que esta iniciativa resolvería "el absurdo debate que aún hoy tenemos entre dejar morir y ayudar a morir, entre la eutanasia activa y la eutanasia pasiva". La propuesta "beneficiaría al paciente terminal, al aportarle seguridad, sensación de control y mayor serenidad para soportar ese último tramo"y "haría que los cuidados paliativos no fueran solo un eufemismo sino una realidad como condición previa para tramitar cualquier solicitud en relación a la muerte previa". La proposición de ley de ERC-IU-ICV pretendía modificar el Código Penal para que quedara exento de pena, mediante actos necesarios o de cooperación activa, quien facilitara la muerte digna y sin dolor de otra personas, a petición previa de esta. Llamazares se ha preguntado por qué la decisión de morir dignamente, "respetada por la mayoría", "sigue llevándose a cabo de manera arbitraria, dependiendo de los medios de los médicos y de la Administración, sin ninguna regulación y en la clandestinidad". "Lo que justifica la oposición a la eutanasia es una creencia, la de la santidad e inviolabilidad de la vida, respetable como posición personal, pero que no puede convertirse en un objetivo profesional ni en criterio de verdad y aun menos aplicarse a todos por igual", ha subrayado Llamazares. La portavoz socialista, Pilar Grande, ha afirmado que el camino iniciado en la pasada legislatura va en "la buena dirección, ya que responde a la demanda mayoritaria de la población"de recibir el adecuado tratamiento en el proceso de la muerte si así lo desean. Además, los médicos pueden aplicar estos tratamientos "con seguridad jurídica y científica, y tienen derecho a rechazar los que solo prolongan la vida biológica y no mejora sus expectativas de recuperación produciendo un sufrimiento innecesario". A juicio de la diputada socialista, es necesario un debate sostenido en el tiempo con todos los operadores jurídicos, científicos, asistenciales e institucionales, un debate que ayude a una "clara comprensión del problema que se intenta resolver". Tras este debate "tranquilo"y "huyendo de casos puntuales", quizá la sociedad española "nos solicite dar un paso más, subir otro peldaño y acometer la regulación legal del derecho de los pacientes afectados por determinadas enfermedades terminales a pedir a los profesionales ayuda para poner fin a sus vidas". "Pero creemos que este momento no ha llegado", ha enfatizado Pilar Grande. Por su parte, el diputado del PP, Santiago Cervera, ha acusado a Llamazares de haber presentado un propuesta contraria al interés general: "Es una medida que desprotegería la vida en determinados supuestos y es claramente inconstitucional". "No es lo mismo ayudar en el morir que ayudar a morir, por tanto la producción intencionada de la muerte o la cooperación activa a ella", ha subrayado Cervera. El portavoz de CiU, Jordi Xuclá, ha razonado que en esta cuestión no se parte de cero, ya que la ley de autonomía del paciente permite a la persona decidir sobre el tratamiento que desea recibir al final de su vida. Olaia Fernández Dávila, del BNG, que ha votado a favor de la propuesta de ley, ha explicado que la iniciativa es necesaria para despejar las dudas en relación con la legislación vigente.