Irak

El efecto Oh-bama

La Razón
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Barak Hussein Obama es un fenómeno mundial. El primer casi negro en la Casa Blanca. Si uno introduce la palabra «Obama» en Google, aparecen unos trescientos millones de resultados. El 4 de noviembre del 2008 ganó las elecciones. Tomó posesión de su cargo el 20 de enero de 2009 en una ceremonia que bautizó como «Un nuevo nacimiento de la libertad». Personalmente, no me gusta que nadie anuncie (falazmente, pues no puede ser de otro modo) que la libertad ha renacido (se supone que gracias a él), porque la libertad es una señora de cierta edad a la que le sientan muy bien los años: no necesita que nadie se invente una nueva libertad, más joven, que la sustituya. Cuando Obama tomó el poder, el mundo entero estaba al borde de la insurrección anti-norteamericana, y anti-Bush. Hoy día, bajo el efecto Obama, la sumisión y el servilismo pro-norteamericanos han alcanzado las cimas más ridículas, llegando incluso, en España, a conseguir que el PSOE haga campaña a las elecciones europeas utilizando a Obama como si fuera su cabeza de lista a eurodiputado. Hablamos del mismo PSOE anti-yanqui, anti guerra de Irak, el mismo que humilló a la bandera de las barras y estrellas. Y ZP, que mantenía un juvenil, aunque anticuado, discurso anti-USA, hoy bebe los vientos por Obama, y se dejaría arrancar una «ojera» con tal de poder cruzar con él unas miradas. Obama ha tomado prestados ochocientos mil millones de dólares de las arcas del contribuyente americano para tapar los agujeros de la banca. Todo se confía ciegamente a sus santas manos. Se necesitarán otros seiscientos mil millones para evitar la quiebra de los grandes bancos. Sólo Obama puede obtenerlos del sudor del contribuyente y «certificar» que es por el bien del contribuyente, no de los bancos. Obama está aumentando a la vez, sin pausa ni disimulo, el poder del Estado y la carga financiera del contribuyente hasta grados nunca antes conocidos. Y el mundo «libre» lo acepta encantado, agradecido. Subyugados todos por su «break-dance»: «Mami, qué será lo que tiene el negro…».