Balón de Oro

El empleado

La Razón
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Estábamos de tertulia un grupo de amigos, entre ellos un gran periodista deportivo y conocedor sin límites de las bambalinas del Real Madrid. Y hablamos, claro, de Raúl y de su inmunidad, de la invidencia del forofismo y de la simple realidad de los hechos. Uno de los contertulios preguntó: ¿Por qué a Raúl, aunque juegue mal, no lo cambia nunca Juande Ramos? Y la respuesta del enterado no se hizo esperar. «Porque ningún empleado quita a su jefe sin su permiso».
El empleado almorzó con su jefe días antes del cese de Shuster. «Vas a venir a entrenar al Real Madrid»; «encantado, jefe. Haré lo que me ordenes». Y llegó el honesto empleado. Notó, eso sí, que a su jefe le llaman en el vestuario «El Siete», porque apenas le dirigen la palabra. Pero donde hay patrón no manda marinero. Fijo como titular y sólo sustituible si él mismo lo autoriza. Juande Ramos está representado por el verdadero presidente del Real Madrid, Ginés Carvajal. También Raúl, pero con una notable diferencia. Raúl es socio de Ginés Carvajal y, por ende, jefe de su entrenador. «Siempre a tus órdenes, jefe».