El FBI revela las últimas palabras de Sadam Husein

NUEVA YORK- ¿Por qué mintió Sadam Husein sobre las armas de destrucción masiva? ¿A quién temía? ¿Tenía dobles? ¿Por qué se escondió en una granja de los estadounidenses? Antes de morir, el dictador iraquí se confesó con el FBI en 20 entrevistas formales y cinco conversaciones entre enero y junio de 2004 mientras estaba retenido en el aeropuerto internacional de Bagdad. El FBI ha publicado las transcripciones en un documento de cien páginas a petición del Archivo de Seguridad Nacional de Washington. Sadam negó cualquier relación con Osama Ben Laden, reconoció a Corea del Norte como su aliado y admitió que compartía con Bush su hostilidad a Irán. Por eso dejó al mundo creer que tenía armas de destrucción masiva porque no quería mostrarse débil ante Teherán. El dictador admitió que no tenía dobles, pero que en catorce años sólo habló en dos ocasiones por teléfono, ya que sabía la alta tecnología que disponía Washington. El refugio, un «agujero de araña» como él lo llamó, donde se escondió, fue el mismo que utilizó para ocultarse tras el fallido golpe de 1959. Entre sus logros, mencionó el progreso social del pueblo de Irak, un acuerdo temporal con los kurdos a principios de los setenta, la nacionalización del petróleo en 1972 y el apoyo al lado árabe durante la guerra de Oriente Medio de 1973 con Israel.