El fútbol español en quiebra técnica

MADRID- La crisis azota la gran mayoría de sectores de la economía, pero al fútbol español le ha pillado indefenso, sin los deberes hechos y hasta arriba de deudas. Así, a los equipos de la Liga, que llevan años viviendo por encima de sus posibilidades, les ha surgido un grave problema en forma de números rojos al que tendrán que hacer frente más pronto que tarde. Según «Fútbol y finanzas: la Liga de las estrellas», un estudio elaborado por el profesor titular de Economía Financiera y Contabilidad de la Universidad de Barcelona, José María Gay de Liébana, sobre las cuentas de resultados de los clubes de Primera División, con datos extraídos de los balances presentados por los mismos en el Registro Mercantil, la Liga acumula una deuda superior a los 3.443,8 millones de euros.El estudio completo presenta un panorama financiero alarmante en los clubes españoles. «El fútbol fue un negocio, pero los tiempos cambian y la recalificación de terrenos, práctica que se convirtió en la gallina de los huevos de oro, ya no hace milagros», asegura el autor de este análisis exhaustivo y minucioso de la economía del fútbol español. Y sentencia: «Rentabilidades pasadas ya no aseguran rentabilidades fu- turas».HaciendaDe los más de 3.443,8 millones de euros que la Liga debe a sus acreedores, más de 600 se le deberían a Hacienda. El resto de deudas están contraídas, principalmente, con entidades financieras y de crédito, así como con otros clubes, ya que muchos de los traspasos de jugadores se financian y se terminan pagando en varios años. Es más que probable que también le deban dinero a la Seguridad Social, pero es difícil calcularlo porque las cuentas que presentan los clubes son, en muchos casos, incompletas. Esta cifra se queda, sin duda, corta ante la situación real, ya que no incluye las deudas del Valladolid, que no presenta sus cuentas desde junio de 2003, así como las del Recreativo y el Levante, que no han entregado las cuentas del último ejercicio.Además, la Liga presenta un pasivo total, que es la suma de lo que se le debe a entidades externas y la parte que procede del capital social (acciones, reservas y beneficios) de los propios clubes, de 3.787,6 millones de euros. De ese dinero, tan sólo el 9 por ciento (343,77 millones de euros) procede de financiación propia, lo que refleja la escasa independencia financiera de los equipos españoles. El resto, el 91 por ciento, un total de 3.443,8 millones de euros, se le debe a entidades externas. La mayor urgencia radica en que el 49,2 por ciento de ese montante, 1.693,87 millones de euros, son deudas a corto plazo, que ven- cen en un año y han de pagarse en ese período o, de lo contrario, se tendrán que abonar intereses. El 50,8 por ciento restante, 1.749,93 millones de euros, son deudas a largo plazo que vencen en más de un año.Si los clubes de la Liga tienen 3.787,57 millones de euros en activos y deben 3.443,8 millones de euros a otras entidades, significa que deben el 91 por ciento de todo lo que tienen. Teniendo en cuenta que la situación de quiebra financiera se produce cuando los activos, es decir, lo que se tiene en propiedad, son menores que la deuda contraída, se puede afirmar que la Liga está al borde de la quiebra. Una situación a la que ya han llegado el Racing y el Athletic Club de Bilbao, con 12,23 y 4,42 millones de euros negativos. Otros equipos en quiebra, pero que en la actualidad militan en Segunda, son el Zaragoza y el Murcia, que presentan un patrimonio neto de 16,25 y 3,73 millones de euros ne- gativos, respectivamente.El caso del Valencia es especial, además de extraño. En junio de 2007 presentó números de quiebra, con un patrimonio de -21,4 millones de euros. En 2008 su pa- trimonio es positivo, 6,26 millones de euros, pero José María Gay lo tiene claro: «En el fútbol, como en el mar, la mierda siempre sale a flote, y los números del Valencia son engañosos porque están maquillados con la venta forzada del estadio de Mestalla. Son soluciones de mala calidad que te endeudan a largo plazo, se ha visto recientemente que no tenía dinero ni para pagar a sus jugadores».El Real Madrid soporta la mayor deuda existente en el fútbol español, ya que debe 562,8 millones de euros, el 16,34 por ciento del total de la Liga, repartidos de la siguiente forma: 331,3 millones de euros a corto plazo para pagar en menos de un año y 231,5 millones de eu- ros a largo plazo para pagar en más de un año. El Atlético de Ma- drid es el segundo club más endeudado, ya que debe 510,9 millones de euros, 80 más que la temporada anterior, de los cuales 229 los tendrá que pagar en el pla- zo máximo de un año. En el tercer escalón deudor está el Valencia, que casi duplica, con 502,3 millones de euros, la deuda que tenía un año antes, que era de 282,2 millones de euros. El Barça debe 437,8 millones de euros.Los balances de cuentas que se presentan al final de cada ejercicio reflejan que el endeudamiento, lejos de disminuir, aumenta, porque los clubes gastan más de lo que ingresan. Los ingresos de todos los equipos de Primera División en la pasada temporada sumaron 1.377,95 millones de euros, pero los gastos se elevaron hasta los 1.617,11 millones de euros. Es decir, la Liga gastó 239,16 millones de euros más de lo que ingresó.El Real Madrid es el club con más capacidad de financiación propia: 176,4 millones de euros, casi diez veces más que el Barça (17,99 millones de euros).Esta ruinosa situación empeora cada año y requiere soluciones inmediatas para evitar que la burbuja del fútbol termine como lo hizo la inmobiliaria: estallando.

La salvación del AtléticoLa situación del Atlético de Madrid es grave, ya que lleva varios años gastando como un club grande sin obtener ingresos como tal. La gran inversión en fichajes, los años sin los beneficios por jugar la «Champions» y una gestión poco eficiente han provocado un agujero económico en la entidad que difícilmente puede subsanarse sin la venta de activos. Y el mayor activo del club es, junto al Vicente Calderón, la estrella del equipo: el «Kun» Agüero. Según «El Confidencial», el argentino aún no ha sido vendido, pero el consejero delegado del club, Miguel Ángel Gil Marín, le habría puesto un precio que en ningún caso sería inferior a 60 millones de euros.