Estados Unidos
El futuro se sale de la pantalla
La imagen tridimensional es la fórmula por la que apuesta Hollywood para el cine que viene. El invento no es nuevo, pero sí el entusiasmo estereoscópico que ha invadido la producción
Para algunos es la nueva revolución del cine tras la aparición del sonido y del technicolor. Para otros, un buen intento para recuperar espectadores en las salas de cine. Por el momento, lo que se puede constatar es que la industria de Hollywood apuesta abiertamente por la tecnología 3D, ya que durante este verano asistiremos al estreno de varias producciones en este formato. Y aunque tradicionalmente esta tecnología se ha asociado al cine de animación, la industria no quiere dejar pasar la oportunidad de ofrecer la espectacularidad del formato a través de la imagen real. La productora Warner Bros ha aprovechado una de sus sagas más famosas, la de Harry Potter, para dar lecciones de magia en 3D. En las salas donde la tecnología lo permita, el próximo 17 de julio se proyectará «Harry Potter y el misterio del príncipe» con imágenes estereoscópicas durante 20 minutos. La escena en la que Lord Voldemort ataca Gran Bretaña –que en el libro es contada por Cornelius Fudge–, y el enfrentamiento final en la Torre de Astronomía de Hog-warts podrían estar entre las seleccionadas para ser proyectadas en 3D.
El director, David Yates, es el responsable de este tramo final de la saga (dirigirá hasta cuatro secuelas). Los que no varían son sus protagonistas ya habituales: Daniel Radcliffe, Rupert Grint y Emma Watson, cuyas adolescencias se convertirán en una circunstancia relevante dentro de la historia. La entrada más novedosa es la del actor Jim Broadbent, que encarnará a Horace Slughorn. Esta sexta secuela, que tiene un presupuesto de 140 millones de euros, se puede convertir en el punto de inflexión de la tecnología 3D debido al impacto mediático de las historias de J. K. Rowling.
Cannes se llena de gafas
Tras «Harry Potter y el misterio del príncipe», sólo queda un libro sobre las aventuras del joven mago, «Harry Potter y las reliquias de la muerte», susceptible de llegar a la gran pantalla. Pero, recientemente, la productora ha anunciado que se estructurará en un díptico debido a la imposibilidad de concentrar en una sola película todo su argumento.
En el apartado de animación, el pistoletazo de salida de la nueva era digital lo dio la producción de Pixar «Up». La cinta, que se estrena el próximo 14 de agosto en España, inauguró el pasado Festival de Cannes. Se trata de la primera vez que tal responsabilidad recae no sólo en una película de animación, sino también en una cinta estereoscópica. La Croissette se llenó por primera vez de gafas para recibir este filme con muy buenas críticas, todo un hito para el cine realizado con esta tecnología que tiene en pesos pesados del celuloide como Steven Spielberg, George Lucas y Robert Zemeckis, entre otros, a sus mayores valedores.
Pixar no busca en el cine estereoscópico el espectáculo que puede añadir a una producción este formato y que protagonizó los fallidos intentos de la industria en décadas pasadas: «No queríamos explotar el efecto, sino utilizarlo como un recurso expresivo», explica el director de «Up», Pete Docter. «Buscábamos trabajar la profundidad donde antes habíamos investigado el color». La cinta, que narra las aventuras de un anciano cascarrabias que ata miles de globos a su casa y sale volando a Suramérica, donde descubre que lleva consigo a un pequeño polizón de ocho años, debutó con éxito el fin de semana de su estreno, el pasado 29 de mayo, en Estados Unidos y Canadá: casi 48 millones de euros de taquilla. El filme desplazó al segundo puesto en la lista a «Una noche en el museo 2», la comedia protagonizada por Ben Stiller y Owen Wilson. Crítica y público han coincidido en su veredicto.
Además de «Up», el 3 de julio se estrena en nuestro país la apuesta de Fox, «Ice Age 3: el ocaso de los dinosaurios», la tercera parte de la exitosa saga de los estudios Blue Sky, dirigida una vez más por Carlos Saldanha, responsable de las dos anteriores. En esta ocasión, los héroes de este mundo «bajo cero» deberán enfrentarse a la mayor amenaza de sus vidas: los dinosaurios.
A los estrenos veraniegos de Fox y de Pixar se ha adelantado Dreamworks con la cinta «Monstruos contra alienígenas». Su fundador y jefe, Jeffrey Katzenberg, asegura que «se trata de la mayor innovación acaecida en el cine durante los últimos 70 años tras el paso del mudo al sonoro y del blanco y negro al color». Probablemente, la recaudación con más salas digitales habría aumentado, ya que en las 83 en que se estrenó en España en 3D recaudó 4,1 millones de euros, mientras que las 454 copias proyectadas en salas tradicionales, arrojaron 5,8 millones. La trama responsable de este éxito trata sobre el increíble aumento de tamaño –crece hasta los 15 metros– que sufre Susan Murphy al ser golpeada accidentalmente por un meteorito lleno de mugre espacial en el día de su boda.
Los costes de esta revolución visual parece que no van a ser capaces de parar el fenómeno estereoscópico. Eisenstein, considerado el padre del montaje cinematográfico, ya lo advirtió: «Tener dudas sobre el cine estereoscópico es lo mismo que tener dudas sobre el propio futuro».
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