El Gobierno deja en el aire la financiación de la Sagrera

Uno de los anuncios que el ministro de Fomento, José Blanco, hizo durante su visita a Cataluña fue que se cerraría un acuerdo para financiar la estación de la Sagrera en quince días. Blanco parece que cumplirá con su promesa, porque lanzó el anuncio el día 7 de mayo y mañana, justo dos semanas después, se firmará en Madrid el acuerdo para pagar la Sagrera. Aunque la promesa que el ministro escenificará haber cumplido –a dos semanas del 7-J–, es una verdad a medias. Y lo es porque el acuerdo deja en el aire cómo se pagará la segunda fase de construcción de la Sagrera.

Arrancar la obra

El concejal de Urbanismo en el Ayuntamiento de Barcelona, Ramon Garcia Bragado, avanzó ayer los detalles del acuerdo. Explicó que el Gobierno pondrá «entre 630 y 640 millones de euros» para «arrancar» la construcción de la Sagrera. Con esta partida se abordará la primera fase de la obra, 400 millones servirán para construir la estructura de la estación y los 240 millones restantes se destinarán a los accesos.

Para completar la obra, faltarán 200 millones más, destinados a abordar la arquitectura interior y las instalaciones de la estación. El Consorcio Sagrera Alta Velocidad, participado por Fomento, la Generalitat y el Ayuntamiento de Barcelona, se hará cargo de esta partida. Garcia Bragado aseguró que por el momento no prevén que el consorcio se endeude. La idea inicial era financiar el 62 por ciento del proyecto de la Sagrera con las plusvalías obtenidas a partir de las edificaciones que se preveían construir encima de la estación. Pero la crisis envió al traste la operación.

El conseller de Economía, Antoni Castells, explicó ayer que los 640 millones que invertirá el Estado salen de la disposición adicional tercera del Estatut y que para financiar el resto se plantea ceder los derechos de explotación urbanística a una sociedad que avanzará el dinero y que luego recuperará a medida que los terrenos destinados a vivienda se vendan. El objetivo del acuerdo que se firmará mañana es no retrasar más la licitación de la estación, prevista para después de verano. Si se cumple el calendario, en diciembre empezarían la obras.