«El macho siempre predominará en Hollywood»

Reyes González

Con una sólida carrera sobre sus hombros, esta rubia judía de Nueva York ya ha trabajado con cineastas como Robert Redford, Brian de Palma, Christopher Nolan y Woody Allen, con quien acaba de rodar su tercera película juntos en España junto a Javier Bardem y Penélope Cruz. Unida sentimentalmente al actor Ryan Reinolds, que la visitó en Oviedo durante el rodaje, Johansson trata de llevar su vida privada en completa intimidad.

–¿Cree que las mujeres neoyorquinas son tan distantes como la madre del niño que cuida en el filme?

–No, no lo creo, no todas son así, estamos hablando de cierto grupo social en el Upper West Side de Manhattan. Yo crecí en Nueva York, soy una judía neoyorquina y no me parezco en nada a las mujeres de la película.

–¿Cómo fue su infancia allí?

–No se parece en nada a lo que se muestra en la película, viví en el West Village con los amigos de mis padres, que eran todos artistas, bohemios. Sólo en el colegio conocí ese tipo de familias, pero mi experiencia en la calle 14 era muy diferente.

–En «Diarios de una niñera» trabaja con Nicholas Art, que tiene cinco años.

–Ha sido sensacional, me acordaba de mí misma cuando empecé. Su curiosidad es contagiosa y su profesionalidad, impresionante.

–¿A quién pide consejo para tener una vida profesional tan bien encaminada?

–A mi madre, siempre a mi madre. Ella ha visto todas las películas que se han hecho, es una biblioteca de cine andante. No sólo sabe, además tiene un gusto increíble. Me cuida, me educa, es liberal y creo en ella.

–¿Se considera ambiciosa?

–Sí, pero no me ciega la ambición. Evito todo tipo de películas cuyo contenido esté relacionado con la superficialidad adolescente, tampoco pienso apoyar el uso de las drogas desde ninguna de mis cintas. No voy a vender mi alma, sólo busco proyectos excitantes.

–¿Qué le pareció España?

–Me fascina conocer otras culturas gracias a mi trabajo, aprender, descubrir... España es un país maravilloso y trabajar con Penélope y Javier Bardem fue inolvidable.

–Háblenos de la relación que tiene con Woody Allen.

–Me trata como si fuera mi padre. Nos devolvemos las bromas, hablamos en doble sentido... Siempre le he admirado, como director y como escritor, pero, sobre todo, como actor. Es de esos directores a los que diría que sí sin leer el guión.

–¿Se siente sexy?

–Por supuesto, pero también me siento vulnerable, todo depende del día.

–A su temprana edad, parece que tiene los pies sobre la tierra y que no se le ha subido la fama a la cabeza.

–Es importante no olvidarse nunca de quién eres, tienes que tomarte el tiempo para vivir tu vida, olvidarte que eres una celebridad y vivir de forma real. Debes tener buen ojo para elegir y no dejarte llenar la mente con tonterías.

–Ha manifestado que las oportunidades no se reparten por igual en Hollywood ¿Qué quiere decir con eso?

–Siempre hay más oportunidades para los hombres que para las mujeres…mira a directores como Scorsese o Coppola, sus protagonistas siempre son hombres, sus equipos, también. Por aquí predomina siempre el macho.