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El Madrid se deshincha

La Razón
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El Real Madrid se perdió en Alemania, un lugar donde suele vivir sus peores pesadillas. No hay respeto en el país germano para la historia del conjunto español. Pasó la temporada pasada: el Bayern Munich acabó con el equipo de Capello en menos de un minuto y sucedió ayer, en Bremen, donde el equipo de Schuster fue un equipo inconstante, débil en defensa, sin personalidad y que dio señales de tener que preguntarse, otra vez, a qué quiere jugar.

El Werder Bremen, con muchos suplentes, manejó el balón mejor que su rival, casi todo el encuentro le tuvo contra las cuerdas y a punto estuvo de armar una escabechina peor. Ante la inoperancia de la defensa madridista, los jugadores alemanes se encontraron solos en varios saques de esquina y tuvieron ocasiones que salvaron Casillas o Sergio Ramos en la línea. Schuster pudo perder todo su crédito en Alemania, pero solamente perdió un encuentro. No es del todo malo.

El Madrid fue un equipo sin criterio y que acusó la lentitud y los despistes de sus defensas. Marcelo quedó reflejado todo el partido sin aportar nada en ataque y abandonando la defensa como hacía Roberto Carlos en sus mejores tiempos. No le daba tiempo a volver y era superado por los rivales. Como Marcelo, el Madrid dio una sensación de desconcierto como no se había visto esta temporada. Si hasta ahora no le importaba jugar con el marcador en contra y confiaba tanto en su suerte como en su carácter, ayer descubrió que había perdido los dos. Tenía a Robinho para solucionar por su cuenta el ataque del conjunto madridista. El brasileño está en estado de gracia. Pero no le acompañaba nadie. Los compañeros se volcaron hacia su lado, el izquierdo, y el brasileño correspondió con el gran gol del empate en la primera parte. Después se perdió con el resto. Sólo en ocasiones contadas le acompañaron Guti y Raúl. El Madrid sobrevivió con eso: con la inconstante lucidez de Guti.

El Werder Bremen marcó enseguida y con el marcador a favor, puso el partido donde quería: en busca de la espalda de la defensa. Schuster tiene un problema en el centro del campo. Gago fue sustituido por Higuaín, a mitad del segundo tiempo, sin haber dado noticias. El argentino no consigue mandar. De Gago, al menos, se espera que haga partidos buenos. Lo que no está tan claro es qué espera Schuster de Diarra. Ha jugado casi todo con el entrenador alemán. Sin embargo, los minutos de Diarra no se corresponden con su aportación.

Casi nada funcionó en el conjunto madridista, que vivió una noche poco agradable. Ahora tiene que esperar para clasificarse y decidir el modo de jugar durante el resto de la temporada.