Barcelona
Jaime Raynaud: «El metro se inauguró antes para que estuviera Chaves»
Cree que el momento escogido fue «el más inoportuno» y eso ha provocado «fallos de todo tipo» fruto de la «improvisación»
–¿Por qué cree que la Junta de Andalucía oculta el convenio firmado con el Gobierno central para la financiación del metro?–Creo que es por el sistema que eligió para la construcción de la Línea 1, que es sui géneris en relación a los otros metros de España. En Bilbao, Madrid, Barcelona o Valencia han sido obras cien por cien públicas salvo la excepción de un ramal en Madrid. El peso recae sobre las administraciones autonómicas y los convenios fijan un porcentaje, generalmente un 33%, que es lo que la Administración central aporta. Como aquí construye y explota una empresa privada, que va a ir cobrando con cargo al billete durante los 30 años de explotación, eso habrá descolocado al Estado. –Y las dudas sobre la aportación económica real del Estado se alimentan...–Los sevillanos y andaluces tenemos derecho a saber si el Gobierno de la nación ha contribuido de la misma manera que con el resto de los metros españoles. ¿Por qué los sevillanos van a ser ciudadanos de segunda, por qué les va a costar más dinero? Y esas dudas se resuelven de un plumazo dándonos el convenio. –¿Qué sospecha que pueden descubrir en él?–No tengo ni idea, no sé si estará regido por los mismos principios del resto de los convenios, en los que había cantidades muy precisas, con un calendario de pago también muy preciso, desde que el proyecto se inicia hasta que el metro comienza a funcionar, que oscila entre los cuatro y los seis años. Ya no nos gusta nada lo que se apunta en el protocolo de que se demora el pago a 30 años, porque es jugar con ventaja, no es lo mismo pagar una cantidad en cuatro años que en 30. –Eso supondría un agravio comparativo, al perder una cantidad de dinero importante.–Haciendo una simple cuenta sobre el IPC y la depreciación del dinero, nos «sisarían» un buen importe. ¿Se ha plasmado eso en el convenio? ¿Se fija la cantidad exacta con independencia de lo que cueste? Porque al principio se hablaba de 400 millones de euros, pero el último informe de la Cámara de Cuentas señalaba que se había disparado el coste por encima de los 600 millones. ¿La aportación del Estado cuál va a ser, un porcentaje sobre los 400 iniciales o sobre los 600 finales? ¿Es eso lo que oculta la Junta? ¿Que no ha ejercido su papel reivindicativo como el resto de comunidades? Ahí es donde queremos llegar. –¿Qué plazo se marca antes de acudir a los tribunales?–Confío en que la nueva consejera (Rosa Aguilar) sea sensible a la llamada que le hice el otro día, y que le repetiré en su comparecencia del día 3. Espero que no vaya a obligarnos a adoptar la misma decisión que con las obras del Palacio de San Telmo. Cuando no se quiere aportar información es porque algo se quiere ocultar. Pero estamos dispuestos a iniciar un contencioso administrativo apelando a derechos fundamentales y a la Constitución. –Al margen de eso, ya parece que la Línea 1 es un fin en sí misma, no hay plazos ni planes para el resto de líneas.–Efectivamente. Unos días antes de la marcha de Manuel Chaves hubo unas declaraciones muy preocupantes en las que se expresaba que la Consejería tenía la duda de si el proyecto iba a ser continuar con las líneas 2, 3 y 4 o simplemente hacer prolongaciones de la Línea 1. ¿Se refiere a los tranvías del Aljarafe, Dos Hermanas y Alcalá? Hay un acuerdo del Consejo de Gobierno en el que se aprueba la red del metro. Se podrá discutir el trazado, qué porcentaje es subterráneo y en superficie, la frecuencia de paso... pero la decisión política y el respaldo financiero es irrenunciable, porque además la 2 y la 3 ya deberían estar en marcha. –El retraso parece ser consustancial al metro.–Después de dos años y medio de retraso aún tiene carencias importantes, más que un metro tenemos ochenta centímetros, con el 20% menos de estaciones y casi un 20% menos de recorrido. Es ilógico que la línea con más carácter metropolitano de las cuatro no tenga operativa aún la estación que le da un matiz más urbano, la de la Puerta de Jerez. Y aún no hay una fecha, dicen que en el verano, pero tiene tres meses. –¿No hubo cierto regusto a improvisación en la inauguración?–En las 18 preguntas que le he formulado a la consejera le expreso eso. Después de dos años y medio de retraso da la impresión de que la inauguración del metro se adelantó y fue antes para que el señor Chaves estuviera allí. Él sabía que tenía fecha de caducidad y resulta sospechoso que de buenas a primeras se estrene en vísperas de las fiestas primaverales, probablemente el momento más inoportuno, sin un periodo de adaptación. Pero claro, ahora nos explicamos por qué fue así y se han producido anormalidades, fallos e interrupciones de todo tipo. No han sido fallos puntuales en una materia, sino improvisación en todo. –¿Cuál le preocupa más?–Sin duda, ha habido situaciones curiosas, como hacer bucles de comunicación entre Cocheras y Condequinto, obligando a los pasajeros a cruzar de un lado del andén al otro. Igual que en la seguridad, no ha sido el PP quien lo ha denunciado, sino los sindicatos policiales y de bomberos, no se han hecho pruebas ni simulacros de evacuación. Hacen falta actuaciones complementarias con Bomberos, Policía Nacional, las distintas policías municipales, Protección Civil... Eso no es ser catastrofista, sino prevenir ante posibles incidentes. –¿Y qué opina sobre la intermodalidad?–Sólo hay aparcamientos disuasorios y enlaces con algunas líneas de autobús, salvo en San Bernardo, donde se cruza con Cercanías. Si hay pocos aparcamientos y encima se dificulta el acceso es rocambolesco. En una estación como San Juan bajo, que puede ser muy útil para los ciudadanos de Gelves, Coria o Puebla del Río, no se facilita el acceso.
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