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El ojo indiscreto de Summers

Documenta Madrid homenajea al director, gran cultivador del género

El ojo indiscreto de Summers
El ojo indiscreto de Summerslarazon

Manuel Summers irrumpió en la escena cinematográfica española con «Del rosa al amarillo», en 1963, protagonizada por Cristina Galbó y Pedro Díez del Corral. Gracias a ella, ganó la Concha de Plata en el Festival de San Sebastián y el ánimo para continuar en un oficio en el que ejercía de su propio productor. Le siguió «Juguetes rotos», que se proyectará en el marco de un homenaje en el festival de Documenta Madrid. «Se trata de una película muy amarga basada en la vida de cuatro figuras muy populares en el pasado, que el realizador rescata del olvido», explica el director del certamen, Antonio Delgado. Un torero, Nicanor Villalta; un boxeador, Paulino Uzcudun, un futbolista, Guillermo Gorostiza, y un «showman», el Gran Gisbert, son los cuatro «caídos» de Summers y, también, los protagonistas de un cambio en su obra, que se producirá tras «Urtain, el Rey de la selva... o así» (1970), «un experimento formal, gamberro e innovador», comenta Delgado. En esta cinta, Summers, amante del boxeo, realiza un retrato personal y premonitorio del púgil, ya que, tras alcanzar la cima, se retira y su inadaptación le lleva al suicidio. «Sin prostituirse»Pero el éxito de crítica del que disfrutó en esta época, no estuvo acompañado de una buena taquilla, y el realizador se vio obligado a cambiar de rumbo en sus intenciones artísticas. «Tuvo éxito desde el principio, pero tras "Juguetes rotos"se dio cuenta de que necesitaba hacer un cine más comercial. Pero no se prostituyó, porque siempre hizo lo que quiso», asegura su hermano, Guillermo Summers. En este sentido, uno de sus hijos, Manuel Summers, no está de acuerdo con que «sus primeras películas hayan sido las mejores. Se trataba de un cine de culto, pero el humor, que siempre caracterizó sus producciones, es también un género muy difícil», explica. Por esos años, Summers introduce en España las bromas con cámara oculta, que dan lugar a la saga formada por «To er mundo e güeno (esa España tan divertida)» (1982), «To er mundo e mejor» (1982) y «To er mundo e... demasiao» (1985). Todas estas películas se proyectarán en el citado homenaje, «un imperativo histórico», según el director de Documenta, «ya que rompió el documentalismo serio y formal que se hacía en España y aportó una mirada neorrealist, sin abandonar la ironía». Delgado, además, se mostró «alarmado ante la dificultad de encontrar sus películas, una parte importante de nuestro patrimonio».

La sonrisa oblicuaAdemás dehomenajear a este maestro del humor , Documenta Madrid cuenta con «La risa oblicua», una sección que también se dedicaa mostrar la fusión de dos géneros aparentemente opuestos, el humor y el documental, con el objetivo de desmontar prejuicios. Destaca asimismo, la Pantalla Latinoamericana, una sección que recupera algunos de los títulos más interesantes del género realizado en Latinoamérica en la actualidad.