Benedicto XVI
El Papa operado de una fractura de la muñeca derecha
MADRID-A Benedicto XVI se le han fastidiado los planes de tocar el piano en sus vacaciones en el Valle de Aosta y durante algunas semanas. Le ha pasado algo muy común entre las personas mayores: se cayó y se rompió la muñeca. «Es la tercera fractura más común entre la gente mayor, justo después de las rupturas de columna y de cadera porque la osteoporosis a esas edades debilita los huesos», explica a LA RAZÓN el traumatólogo José Ramón Rodríguez Altónaga, vicepresidente de la Sociedad Española de Cirugía Ortopédica. En el hospital regional Umberto Parini, en Aosta, le aplicaron anestesia local, le recolocaron el hueso y le implantaron dos agujas de Kirschner que mantienen fijo el hueso para que pueda soldarse. «Este tipo de fijación permite una recuperación más rápida», explica Altónaga. No hizo falta cortar ni abrir la muñeca: desde una pantalla los médicos controlaron que la reducción (recolocación) del hueso quedara bien. El responsable de la intervención, el jefe de traumatología del Hospital Valdostano, Amedeio Emmanuel Mancini, explicó a la Prensa que fue una «operación de rutina», que duró 25 minutos, y que se consiguió una «perfecta alineación de la fractura y una recuperación al cien por cien». Especificó que, cuando se cure, el Papa podrá escribir cartas y tocar el piano, como de costumbre. «Paciente desconocido 917» El «paciente desconocido 917», que es como Benedicto XVI ha quedado registrado en los papeles de ingreso del hospital, volvió por la tarde a su residencia veraniega de Les Combes. Saludó a los periodistas con la mano izquierda a su salida del hospital. La derecha llevaba un material sintético que funciona como la escayola y fija su muñeca. Sonrió a la prensa diciendo: «Todo bien, todo bien». La caída, fortuita, sucedió por la noche en su habitación. Por la mañana, el Papa celebró la misa como de costumbre y desayunó antes de ir al hospital, al que llegó a las 9:45 de la mañana en medio de grandes medidas de seguridad. Allí se le hizo también un chequeo completo y se comprobó que a sus 82 años está bien de salud, según explicó su médico personal, Patrizio Polisca. Parece que Benedicto XVI no cambiará su agenda demasiado: mañana le esperan en Romano Canavese, el pueblo del cardenal Tarsicio Bertone, para rezar el ángelus en la parroquia. Y ayer hizo enviar un telegrama de condolencia a Isla Mauricio por la muerte del cardenal emérito de la isla, Jean Margeot, a los 93 años.
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