Jerusalén

El Papa visitará el Muro de las Lamentaciones y la mezquita de Al-Aqsa en su visita a Tierra Santa

El Papa Benedicto XVI visitará la mezquita de Al-Aqsa, el muro de las lamentaciones y el memorial del Holocausto que se halla en Jerusalén durante su viaje oficial a Tierra Santa que tendrá lugar entre los próximos 8 y 15 de mayo. Los detalles del viaje fueron anunciados hoy en el marco de una rueda de prensa en Jerusalén en la que, entre otros, participó el Custodio de Tierra Santa, Pierbattista Pizzaballa. El primer día, el Pontífice visitará Ammán (Jordania), donde se entrevistará con el rey de Jordania, Abdalá II. Ya en Tierra Santa mantendrá sendos encuentros con el presidente de Israel, Simon Peres, y el presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Mahmud Abás. Aunque en el programa está prevista la visita a la mezquita de Al-Aqsa, todavía no se sabe con seguridad si podrá entrar en ella o no, puntualizó Pizzaballa en declaraciones recogidas por el Servicio de Información Religiosa (SIR) de la Conferencia Episcopal Italiana (CEI). En cuanto al Yad Vashem, que es el nombre con que se denomina al museo del Holocausto, el Papa visitará el memorial pero no el museo, donde se encuentra la polémica fotografía de Pío XII y con la que el museo critica la falta de resolución demostrada por el Pontífice durante los años del Nazismo y la Segunda Guerra Mundial. En comparación con el viaje a Tierra Santa que realizó el Papa Juan Pablo II, Pizzaballa explicó que Benedicto XVI, por ejemplo, "no visitará Cafarnaum y no irá al lugar de las Bienaventuranzas". Sí visitará, en cambio, Nazaret y Belén, además de Jerusalén y el campo de refugiados de Aida. En Nazaret, pondrá la primera piedra de un centro internacional para la familia y celebrará una misa al abierto a la que acudirán entre 40.000 y 50.000 fieles. También oficiará otras ceremonias en Jerusalén, en el valle Cedrón y en Belén. A ésta última ciudad acudirá un grupo de fieles cristianos que viven en la Franja de Gaza. Benedicto XVI también rezará en el Cenáculo y el Santo Sepulcro y mantendrá encuentros con el patriarcado greco-ortodoxo y armenio-ortodoxo de Jerusalén para impulsar el diálogo con las demás confesiones cristianas. "El Papa vendrá para animar a la pequeña comunidad cristiana", aseguró Pizzaballa, que quiso alejar los riesgos de "instrumentalización de la visita", remarcando que se tratará, por tanto, de un viaje pastoral y no político.