El pasado rompe la unidad de la AVT

MADRID- La Asociación de Víctimas del Terrorismo mantuvo durante la primera legislatura de Zapatero un duro enfrentamiento con el Gobierno a cuenta de la negociación que éste mantenía con ETA. Manifestaciones, protestas y reproches al Ejecutivo con Francisco José Alcaraz a la cabeza. Acabados los cuatro años de Gobierno, también finalizó el mandato de Alcaraz y le sustituyó José Antonio García Casquero. Ayer, el presidente de la asociación buscaba el apoyo de la asamblea a la gestión durante el año que lleva al frente de la institución. Y lo logró, pese a que el protagonismo lo tuvo el enfrentamiento abierto entre sus partidarios, con Mikel Buesa al frente, y los de Alcaraz, entre los que se encontraba Ortega Lara, un choque de directivas que elevó el tono de la discusión hasta el límite del insulto, la descalificación y, como reconocía uno de los presentes a Efe, «un espectáculo». Acusaciones de «chorizo» o «caradura» contra García Casquero que acabaron por minar el ambiente de una asamblea a la que acudió más gente de lo habitual. En las semanas previas, Alcaraz había acusado al presidente de la AVT de adulterar las cuentas, en las que hay fondos públicos y aportaciones privadas. Pero más allá de polémicas, insultos y cruce de acusaciones, el presidente de la asociación logró, según informó a Europa Press un portavoz del colectivo, que los cuatro puntos sometidos a votación en la asamblea –cuentas del último año, presupuestos para el próximo ejercicio, plan de acción y gestión de la Junta– fueron aprobados por mayoría de votos, un 60 por ciento. Según fuentes de la directiva, «las cuentas están saneadas y perfectamente auditadas», por lo que no se justifican las acusaciones de falta de transparencia vertidas por Alcaraz.