Barcelona

El polideportivo de Sant Boi tenía «deficiencias» en su estructura

Una mezcla de un fuerte viento y fallos en la estructura del edificio explican el hundimiento del polideportivo.

El polideportivo de Sant Boi tenía «deficiencias» en su estructura
El polideportivo de Sant Boi tenía «deficiencias» en su estructuralarazon

Barcelona- Casi trece semanas después de la tragedia, llegaron las conclusiones. El Ayuntamiento de Sant Boi hizo públicos ayer los tres informes que encargó para esclarecer las causas del hundimiento del techo de un túnel de bateo de un pabellón deportivo, que el pasado 24 de enero provocó la muerte de cuatro niños. Los informes fueron elaborados por la Universitat Politècnica de Catalunya (UPC), el Colegio de Ingenieros y el Colegio de Arquitectos. Los tres estudios coinciden en señalar que las fuertes rachas de viento, que superaron los 160 kilómetros por hora, fueron la principal causa del fatal hundimiento del túnel.Dos fallosNo obstante, el informe del Colegio de Arquitectos destaca «deficiencias» en la construcción del polideportivo, hecho que fue denunciado durante el fatídico día por los vecinos de la zona a LA RAZÓN. Concretamente, este estudio apunta a dos fallos en la estructura del edificio. Uno sería la falta de macizados armados verticales cada cinco metros, que era lo proyectado en la construcción de 1992. El otro es la ausencia de anclajes de las vigas de la cubierta al muro. Sin embargo, según el Colegio de Arquitectos, «el proyecto constructivo no contiene ningún error técnico evidente». El alcalde de Sant Boi, Jaume Bosch, aseguró que «aunque no hubieran existido estos fallos, el polideportivo no hubiera aguantado la fuerza del viento». El edil reiteró que «según los estudios, el hundimiento de la instalación fue inevitable, fue por el efecto del viento». El Ayuntamiento de la población del Baix Llobregat insistió en que «el túnel de bateo no sufría ninguna patología», tal como aseguró poco después de los hechos. Los tres informes coinciden en señalar que las rachas de viento de 160 kilómetros por hora «fueron muy superiores a los 102 del máximo previsto por la normativa cuando fue construida la instalación». Es decir, que el polideportivo sólo estaba preparado para rachas de viento no superiores a los 100 kilómetros por hora.Al parecer, el polideportivo fue víctima de un fenómeno meteorológico conocido como ciclogenésis explosiva, lo que significa la formación de una borrasca repentina y rápida. Todo muy excepcional, según los meteorológos. Una versión que quiso ratificar Bosch, que definió las rachas de viento como «extraordinarias» y «descomunales». Además de estos tres informes, existe un cuarto, el del périto judicial, que de momento se mantiene en secreto. El alcalde Bosch reconoció que las conclusiones de este último estudio «contienen divergencias con lo que se ha hecho público hasta ahora», pero no especificó más detalles en este sentido. Este informe, encargado por el Juzgado de Sant Boi, se halla actualmente bajo secreto de sumario y se desconoce su presentación en público.

La fatidica mañana del 24 de eneroLa población de Sant Boi de Llobregat no olvidará nunca la fecha del pasado 24 de enero. Durante esos días, Cataluña estaba sufriendo un fuerte temporal de lluvia y viento, que se cebó especialmente con este municipio de la comarca del Baix Llobregat. El día anterior, una mujer falleció en Barcelona tras caerle encima un muro, pero Sant Boi tuvo que llorar la muerte de cuatro niños, de entre nueve y diez años, que en la mañana de ese fatídico sábado estaban entrenando con su equipo de béisbol en el polideportivo hundido. Entre las excepcionales rachas de viento y ciertas deficiencias en la estructura del pabellón, el túnel de bateo se desplomó y sepultó a los cuatro pequeños, que fallecieron al acto. El resto de heridos, incluyendo al entrenador, sufrieron heridas de menor consideración. Mientras el resto de comunidades autónomas que estaban sufriendo los efectos del temporal ya habían prohibido las actividades deportivas al aire libre, en Cataluña hubo algún fallo en el protocolo y la orden llegó demasiado tarde. Días después, Sant Boi de Llobregat lloró las cuatro defunciones en un funeral multitudinario, al que asistieron diversas autoridades políticas.