Génova

El PP no despega en Navarra

Falla la estrategia regional y también la que depende directamente de la dirección nacional.

Mariano Rajoy junto al senador del PP en Navarra José Ignacio Palacios
Mariano Rajoy junto al senador del PP en Navarra José Ignacio Palacioslarazon

MADRID- Al nuevo PP navarro no le acaban de cuadrar las cuentas. Y esto se hace aún más duro de llevar cuando los grandes males que las casandras políticas pronosticaron sobre UPN tampoco se han cumplido. La formación regionalista no ha entrado en crisis y hasta camina hacia una entente entre Miguel Sanz y su «pupila», la alcaldesa de Pamplona, Yolanda Barcina, de cara al VIII congreso que celebrará la formación regionalista el 19 de abril. Los populares forales cojean de varias patas. Las afiliaciones renquean y tampoco pueden tirar cohetes por los éxitos en el capítulo de fichajes de personalidades de reconocido prestigio en la sociedad navarra. Miembros de la comisión constituyente del nuevo partido se han empleado en ello, pero hasta ahora sólo han recibidos «noes» por respuesta. Bien adornados y siempre con muy buena disposición y agradables maneras, pero «noes». ClientelismoNavarra es una sociedad pequeña, donde todo el mundo se conoce y en la que, inevitablemente, también todo el mundo tiene lazos o dependencias de la administración. El clientelismo funciona como en todas las demás autonomías, y la opinión pública está muy condicionada por la línea oficial mediática, en la que el Partido Popular tiene serias dificultades para «colar» sus mensajes.Pero la culpa no es sólo del mensajero. Hay problemas, y serios, de carácter endógeno. Por un lado, está la descoordinación dentro de la comisión encargada de poner en marcha la estructura, que reconocen distintos miembros del equipo que dirige el senador José Ignacio Palacios. Y Génova no tiene una mayor claridad de ideas, al menos de momento. También es cierto que la agenda de la dirección nacional del PP ha estado condicionada, estos meses de atrás, por otras prioridades y hoy, la marca, inevitablemente, las elecciones europeas de junio. Palacios no es tampoco el perfil más atractivo para conquistar adeptos. Como explican desde el PP navarro, el ex concejal de Alianza Popular es un curtido político, pero sin la frescura que se necesita para resultar atractivo y conquistar nuevas voluntades. En este contexto, desde Navarra ya se ha trasladado a Génova, y ésta ha entendido el mensaje, que conviene aplazar hasta otoño el congreso del partido en el que tendrá que ser elegido el presidente regional y, en principio, de acuerdo con la tradición interna del PP, el próximo candidato a la presidencia de la Comunidad.Hay tanto en juego que la estrategia aconseja utilizar la campaña de las elecciones europeas –que será de movilización extrema, pueblo a pueblo, en todas las comunidades autónomas– como plataforma de relanzamiento para darse a conocer. En principio UPN no se presenta a estos comicios, lo que abre un hueco al PP para tomar algo de oxígeno. Antes tendrá que cerrarse otra pequeña batalla abierta, la de quién forma parte, en nombre del partido regional, de la candidatura que encabeza Jaime Mayor Oreja. Hay opiniones encontradas sobre la continuidad del actual europarlamentario Javier Pomés, y también sobre otros nombres que circulan en los «mentideros» políticos, como el de Jaime Ignacio del Burgo.