Fotografía
El rey de la selva
Animo al director del periódico a elaborar una encuesta para que los lectores voten qué foto les gusta más
Se le ve feliz al hombre. Me malicio que aquí le hemos criticado sus correrías selváticas por pura y cochina envidia. Un exceso. Dice José Antonio Vera que una conferencia en el Perú a 12.000 euros, convertida en una expedición de asuntos propios, es un abuso moral, ético y estético. Yo, modestamente, le digo a mi amigo Vera que no es para tanto, que una conferencia sobre la financiación del terrorismo en el Perú le destroza el ánimo a cualquiera, más si uno va machacado por los ajetreos etarras de aquí y los chorizos de allá, y por tanto pelillos a la mar. Un juez estrella merece, cuando menos, el abrazo a cuatro manos del mono Loui de la selva, ignorante el animal de que quien le estruja es el mismísimo sujeto de las cacerías. Pobrecito. El simio, iletrado, enseguida simpatizó con él –me cuentan los de la revista «Caretas» que siguieron al juez en su periplo amazónico–, emocionado porque vio a un Garzón risueño y mimetizado con el paisaje. Todavía no le habían birlado la presidencia de la Audiencia Nacional ni se había desatado cacería alguna contra él. Por eso, ante el ensañamiento contra el juez que hemos vivido esta semana, me permito recomendarle a Su Señoría que se largue de nuevo a recuperar la sonrisa allende los mares y a hacerse nuevas fotos que nos solacen a todos. Confiesa Alfonso Ussía que él ha puesto las fotos selváticas del juez en el salón para que todo aquel que ingrese en su casa emita un sonido gutural al contemplarlas y quede paralizado durante unos segundos. Yo he estado por hacer lo mismo, pero, ante las pocas visitas que recibo, he encontrado un mecanismo de exhibición clásico pero eficaz, cual es portarlas en el billetero y mostrarlas a diestro y siniestro. Del resultado de la presentación ya les daré cuenta. De momento van empatadas la fotografía del mono pardillo con la otra en la que el juez aparece con collares de cuentas y pañuelo pirata cubriendo la sesera. Desde aquí animo al director del periódico a elaborar una encuesta para que los lectores voten qué foto les gusta más. Podemos tener sorpresas, porque la del puente colgante, con el juez posando candoroso ante la cámara, está genial. Y lo demás, criticones somos, es purita envidia.
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